10 años después de su primera aventura, Tallahassee, Columbus, Wichita y Little Rock vuelven a la pantalla grande en Zombieland: Mata y remata. ¿Conseguirán mantener el nivel?
La cinta original fue todo un soplo de aire fresco al cine de zombies que se venia haciendo, con una combinación de comedia, acción y terror que nos cautivó. Una década mas tarde, su secuela rescata ese tono gamberro brindando la misma diversión. Zombieland: Mata y remata no es más que la demostración de que cuando se trabaja con respeto y cariño hacia el material de origen pueden lograrse buenos resultados.
Es evidente que la concepción de esta secuela no es ningún ejercicio de originalidad, pero si una lección de como ejecutar una continuación a la altura de las circunstancias. Se aprecia en general un gran mimo por los personajes y el mundo, manteniendo intacta la esencia que hizo memorable a la primera parte. Ruben Fleischer, que se sienta de nuevo en la silla de director, realiza un buen trabajo recuperando los elementos más importantes de su antecesora.
Uno de los aspectos más positivos de Bienvenidos a Zombieland, fue sin duda su humor, que aumenta y mejora en esta. Sobresale de nuevo Woody Harrelson con Tallahassee, que vuelve a ser la estrella absoluta, haciéndonos reír durante todo el visionado. Destaca también el personaje interpretado por Zoey Deutch, que se gana al espectador con su exagerada inocencia, regalando varios momentos realmente graciosos.

El guión se adapta perfectamente a lo que queremos ver. Una historia muy dinámica que apenas se toma un respiro y en la que comedia y acción se intercalan constantemente. No da lugar al aburrimiento, pues los personajes están en continuo movimiento, manteniéndonos conectados durante sus 99 minutos de metraje. Además, acierta en su representación de los protagonistas como una extraña familia, con sus propios intereses y conflictos entre ellos. No es una idea en la que se profundice demasiado, ya que no lo requiere, pero resulta interesante que sea tratada.
El reparto original vuelve y parece que el tiempo no haya pasado. La química del grupo no se ha perdido en absoluto, algo fundamental para que la pelicula funcione como su antecesora. Las interpretaciones son exageradas, pero en este caso, que los actores sobreactúen no es un aspecto negativo, sino más bien necesario y efectivo. Y es que, refuerza el tono satírico y la sensación general de una pelicula que no se toma en serio a si misma, lo que juega claramente a su favor.
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Por su parte, se aprecia también una mejora notable en cuanto a las escenas de acción. Son secuencias de gran dinamismo, con unos niveles de gore bastante altos y una realización potente. Digna de especial mención es la escena rodada en plano secuencia, que es un autentico espectáculo y una sorpresa muy agradable de encontrar en una pelicula de estas características.

Como puntos flacos, encontramos algunas secuencias que se alargan demasiado por el simple hecho de incluir más chistes, lo que le resta algo del ritmo, aunque no termina suponiendo un gran problema.
En conclusión, Zombieland: Mata y remata termina siendo una secuela muy satisfactoria, respetando el espíritu de su predecesora y ofreciendo en general un entretenimiento muy solido, en el que destacan su humor y su acción.
Nota: 7
Lo mejor: El regreso de los cuatro protagonistas, su logrado apartado cómico y algunas secuencias de acción.
Lo peor: Que algunas situaciones terminen siendo reiterativas.