¿De qué va realmente The Leftovers?

“La materia desaparece”: esto quiere decir que desaparecen los límites dentro de los cuales conocíamos la materia hasta ahora, y que nuestro conocimiento se profundiza; desaparecen propiedades de la materia que anteriormente nos parecían absolutas, inmutables, primarias (impenetrabilidad, inercia, masa, etc.) y que hoy se revelan como relativas, inherentes solamente a ciertos estados de la materia. Porque la única “propiedad” de la materia, con cuya admisión está ligado el materialismo filosófico, es la propiedad de ser una realidad objetiva, de existir fuera de nuestra conciencia.

Lenin.

Materialismo y empiriocriticismo, tomo 18, pp. 286-289

 

 

[AVISO SPOILERS]

Ahora que empieza, prácticamente, la nueva temporada de The Leftovers es un momento tan bueno como cualquier otro para hablar un poco sobre la serie. Para presentarla, por si alguno no la habéis visto o al menos empezado a ver aún, se trata de uno de los trabajos más recientes de HBO. Una serie cuya premisa principal es ¿qué pasaría si el 2% de los habitantes de la tierra desapareciesen sin dejar rastro?  ¿Qué pasaría después de unos años?

La primera idea que le viene a uno a la cabeza es que, en fin, un 2% no es tanto, y es una idea muy razonable. Esa cantidad de gente desapareciendo, sin duda sería una tragedia, pero no iba a hacer que el mundo dejase de funcionar una vez asumidas las pérdidas. No, la serie no va, definitivamente, de un futuro post-apocalíptico donde el mundo se vuelve inmanejable, y aunque tenga una buena parte de eso, tampoco es un drama familiar sobre el dolor de los desaparecidos.

La idea básica que hay detrás de The Leftovers y que uno se encuentra después de rascar un poco es ¿cómo puedes estar seguro después de esto? El evento de La Partida -como se denomina dentro de la ficción al evento que he mencionado antes- que tiene lugar en el primer capítulo es el equivalente al sol que, un buen día, decide no salir de la crítica a la causalidad de Hume. Estamos acostumbrados a que la gente no desaparezca sin más y, entonces, cuando sucede, se hace evidente que no hay necesidad alguna en esa costumbre, no hay nada en un ser humano que haga contradictoria la frase “puede desvanecerse sin más” y por tanto, lo entendamos o no, es posible que se dé. Y es que, perfectamente, puede no salir el sol, tu familia puede desaparecer, o un negro puede abrazarte y hacerte sentir mejor -recordemos a Wayne, ese personaje de la primera temporada que aportaba, tal vez, el mayor grado de misticismo de la serie-.

Y cuando pasa, estás jodido. Se pone de manifiesto que no hay nada seguro y, de pronto, te encuentras sobre arenas movedizas.

 Esta idea se hace explícita una temporada y dos capítulos después de que empiece la serie, en el último: A Matter Of Geography, cuando los tipos de la universidad que le compran a Nora, personaje que hemos visto evolucionar durante toda la primera temporada, la casa donde su familia al completo desapareció, le comentan, intentando convencerla de que la venda, que podrán investigar y así tratar de evitar que ese suceso se repita. Nora se queda en shock, y evidentemente también se busca que el tipo que ve la serie, si no ha ido rápido con las implicaciones que La Partida tiene, quede sorprendido. ¿Cómo? ¿Que puede pasar otra vez? Claro. Pasó una vez sin razón aparente, puede pasar una segunda vez, nadie está a salvo y, como se esfuerza por demostrar la hija pequeña de la familia a lo largo de la primera temporada: “nobody is ok.

Este es el primer paso que hay que dar para empezar a entender bien la serie. A nadie le importa el miedo al compromiso del policía macizo, ni el futuro de Liv Tyler, que ha pasado de ser una elfa a ser una sectaria, eso es indiferente, hay macizos y colgadas en cada serie de HBO, lo importante es el trasfondo: cómo se puede sobrevivir en un mundo en el que la costumbre ya no es suficientemente fuerte como para ganarle la partida a la angustia de un futuro indeterminado.

 Y ahí retomamos la segunda temporada de The Leftovers , que empieza ahora, con una familia huyendo hacia delante. Hacia Miracle, escenario que se nos presenta como un pueblo con una población fija que no sufrió la desapariciones de La Partida, el único lugar donde los protagonistas pueden sentirse seguros, donde creen poder recuperar la confianza en la costumbre. El problema, claro, es que esta no es la única premisa que tiene la serie. La siguiente clave para entender por qué pasa lo que pasa es el texto introductorio que copiaba al principio del artículo, deliberadamente fuera de contexto, extraído de Lenin, -autor que aparece en la serie, de manera tangencial, junto con otros como Camus, y que pueden ayudarnos a entender mejor la cosmovisión de la serie- y que ya más de un tipo ha encontrado y relacionado con los eventos de la serie, a juzgar por los posts de Reddit donde, confieso, lo he encontrado mencionado. La materia y sus cualidad cambian, en este caso la propia materia humana cambia -o, en fin, desaparece-, los límites del conocimiento humano por alguna razón se han rasgado y ahora el hombre está otra vez al principio de la carrera, como cuando descubría el fuego, digamos que ahora al hombre todo lo humano le es ajeno. Y es que esto no va de espiritualismo aunque se mezcle o confunda, va de un mundo material dado la vuelta. No hay escapatoria posible, ni en Miracle ni en las afueras de New York.

Y ahora volvamos a ver el primer capítulo de la primera temporada. Fijémonos en los libros que aparecen sobre el pecho de nuestro nuevo amigo, el bombero pirado, y pensemos si, tal vez, tienen alguna relevancia para la situación actual en la que se encuentra la trama.

Está bien, tal vez no sea la serie de mayor calidad de HBO, pero hay algo muy interesante detrás de The Leftovers, y precisamente por eso vale la pena echarle un ojo.

Pablo Hernández

Pablo Hernández

Estudié filosofía, estudio un máster en trabajo social y me gusta decir cosas liosas. También el café.