The First Purge (2018): Distopía terroríficamente real

The First Purge
La cuarta entrega de la desaprovechada saga The Purge,  The First Purge, ofrece lo que cabía esperar de ella. Promete más que ofrece, aunque nos regala un elemento que ya vale por sí mismo el visionado: la delgada línea que separa la ficción con la realidad se va difuminando cada vez más.

Aunque parezca mentira, el estreno de la desaprovechada The Purge fue hace ya cinco años. La cinta protagonizada por Ethan Hawke y Lena Headey supuso un verdadero pelotazo, tanto para el cine de género como para la maravillosa productora Blumhouse. La original distopía que planteaba conectó rápidamente con una sociedad que ha visto en cada nueva entrega un mundo que no parece tan alejado al nuestro.

El bombazo de la primera entrega ocasionó la realización de una secuela. The Purge: Anarchy enganchó a muchos de los espectadores que no llegaron a amar a su predecesora (me incluyo), sobre todo por su fantástico ritmo y por el personaje de Frank Grillo, el (puedo asegurar) protagonista más recordado de la saga. Para gran parte de crítica y público, esta secuela superó a la primera parte. Como podéis imaginar, una tercera entrega no se haría de rogar. 

The First Purge

The Purge: Election Year debía ser el punto final a una trilogía tan original como fallida, pero la maquinaria de Blumhouse no tardó en anunciar una cuarta parte y una serie de televisión. Esta tercera entrega siguió la línea de Anarchy y el protagonismo volvió a recaer en Grillo y su Sargento, Leo Barnes. Como protagonista femenina nos encontramos a Elizabeth Mitchell (conocida por la serie de TV Lost) en el papel de la senadora Charlene Roan.

Election Year dió un final cerrado a la trilogía, pero esta idea daba para mucho más, y Jason Blum lo sabía.

Con todo este contexto, The First Purge llegó a nuestros cines el mes pasado. La nueva cinta de la saga The Purge no aporta nada realmente novedoso al conjunto, pero entretiene lo suficiente como para no caer en el olvido absoluto. El gran interés de esta entrega reside en presenciar cómo fue la primera purga en suelo americano. Los primeros asesinatos y las primeras bandas aparecen aquí; es el origen de todo y eso la hace sumamente interesante.

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Como ocurre en las otras entregas, los personajes están exageradamente estereotipados, pero hay que entender que aquí lo importante no son los protagonistas, sino la sociedad en sí. Los personajes son bastante planos y no innovan lo más mínimo, pero no dejan de ser meras extensiones del espectador dentro de la acción, por lo que mejor que sea así.

The First Purge

Si hay algo que sea remarcable en The First Purge respecto a las demás entregas, es la brutalidad de los asesinatos. En las demás películas de la saga la violencia estaba presente en cada escena, pero no llegaba a mostrarse demasiado (memorable aquella escena de Anarchy en la que cuatro ricos están a punto de asesinar brutalmente a un pobre hombre y no se muestra absolutamente nada). En este caso, la violencia es muy vistosa y desagradable, especialmente cuando llega a través de la ira de skeletor (otro personaje demasiado visto).

El gran acierto de The First Purge respecto a sus predecesoras es su enfoque tan aproximado a nuestro mundo actual. Vale que es una distopía en el sentido más puro de la palabra, pero tiene tantas similitudes con la vida real que asusta. El racismo, el poder del gobierno y la desigualdad entre clases sociales están muy presentes en todo el metraje. La larga sombra de la Era Trump se extiende por muchas películas del cine actual, y The First Purge no iba a ser una excepción. 

No será la mejor de la saga (ese lugar lo ocupa Anarchy), pero The First Purge es un entretenimiento nada deleznable con escenas brutales y una razón de ser un tanto discutible, pero no por ello es difícilmente disfrutable. La saga The Purge nos lleva a recorrer nuevos momentos y situaciones, y mientras siga siendo así, un servidor irá a ver cada nueva entrega.

 

 

Ferran Alcocer Gómez

Ferran Alcocer Gómez

Cinéfilo incondicional. Nolanista, Zimmerista y purista. 8 años llenos de pasión, amor y respeto hacia el cine. Sé distinguir entre cine y streaming.