Stake Land no es una película al uso como nos tienen acostumbrados últimamente la industria de Hollywood.
Este film independiente utiliza la temática vampírica como un medio y no como una finalidad. Como explicó su director acerca de Stake Land: “ésta no es tanto una película de vampiros como una película con vampiros”.
La película está dirigida por Jim Mickle, el cuál, firma también el guión junto a Nick Damici. El reparto lo forman el propio Damici, Connor Paolo, Danielle Harris, Kelly McGillis, Michael Cerveris, Bonnie Dennison, Sean Nelson, Traci Hovel, Marianne Hagan y Tim House entre otros.
Stake Land narra el éxodo de un joven huérfano y un misterioso y experimentado cazavampiros hacia un lugar llamado «Nuevo Edén», en la actual Canadá, donde según se cuenta la menor densidad de población ha contribuido a combatir la plaga vampírica, huyendo de las grandes urbes y las siempre peligrosas carreteras principales. A raíz de este viaje hacía la tierra prometida al dúo protagonista se le irán uniendo otros personajes que andan buscando lo mismo, sobrevivir.
Mencionar la maestría del director para meternos de lleno en la historia nada más empezar, con un breve pero efectivo flashback para mostrarnos la vida del chico protagonista antes de conocer a su misterioso acompañante.
Lejos de la moda de intentar racionalizar y explicar científicamente el origen del fenómeno, en esta road-movie no hay pretensión alguna de justificar la llegada de unos seres a medio camino entre el vampiro y el zombie, manteniendo su origen, así como el del cazavampiros protector del protagonista, en el más absoluto misterio. Como en casi todo film que se precie de la temática, en Stake Land también se toman sus licencias a la hora de mostrarnos a los no muertos: los vampiros no son refinados, inteligentes y elegantes sino desechos humanos. Son como una especie zombies pero en lugar de comer cerebros, chupan sangre. Igualmente se queman al sol y mueren cuando se les clava una estaca en el corazón. Como novedad, también mueren si la estaca se clava en el bulbo raquídeo. Además existen diferentes tipos aunque no queda este tema bien explicado en el film.
A pesar de sus evidentes carencias al no contar con un gran presupuesto, es una buena película. Reflexiva, bien guionizada, con sentimiento y razonables dosis de acción. Mostrando solamente escenarios poco urbanos y bastante marginales, lograr transmitir una sensación de desolación global bastante creíble. Una película hecha por gente que ama el cine, que ama la narración por encima de la evidencia del género, rodada de manera muy elegante e inteligente que consigue enganchar y llevarnos por la senda de las buenas historias, una historia realmente adulta que puede incluso aburrir a los que esperaban vísceras, colmillos y mucha sangre. Se le puede echar en cara que los personajes son algo planos y carente de carisma en algunos casos. No obstante, la narrativa salva con mérito dichas carencias y hace que empatices con la historia.
Como curiosidades, el protagonista y solvente mata vampiros, Nick Damici, es también el autor del magnífico guión de esta película. Además, pronto se estrenará una serie basada en el universo del film.