Sitges 2018: Mandy (2018): División de poderes

Mandy
[CON SPOILERS] La última locura llega al Festival de Sitges 2018 con la presencia del inmenso Nicolas Cage, quien ha sido reconocido con el premio honorífico del festival por su extensa carrera.

Resulta hasta ofensivo cuestionar la figura de Nicolas Cage. El polifacético (y polémico) actor lleva más de treinta años en la industria de Hollywood. Ha probado en el drama, la comedia, la fantasía, la sátira, la acción, el cine de aventuras, el suspense, el terror… Y así hasta agotar todos los géneros existentes. Ganador de un Oscar, Cage hace años optó por dedicarse al cine independiente y dejar a un lado los focos de Hollywood. Esta nueva vida se ha visto traducida en tres presencias consecutivas en el Festival de Sitges: Dog Eat Dog (2016), Mom and Dad (2017) y Mandy (2018).

Su carrera se ha visto premiada con el premio honorífico del Festival de esta edición, por lo que el actor ha acudido en persona al Auditori del Melià para recoger su premio y dar un discurso ante un público totalmente entregado. Su presencia venía acompañada del estreno de su última película: La anteriormente comentada Mandy, de Panos Cosmatos.

Nicolas Cage

Mandy es una cinta que ha cosechado grandes críticas, cuyo contenido alaba el histriónico papel de Nicolas Cage, la fotografía de Benjamin Loeb, la imaginación de Cosmatos y la banda sonora del gran Jóhann Jóhannsson. Es indudable su potencial, pero estás alabanzas son desmedidas.

Nada justifica que una película tarde en arrancar más de media hora; una cosa es que una película sea pausada y lenta, pero otra muy diferente es que sea pretenciosa y vacía. Mandy es una decepción, pero tiene elementos positivos que ayudan a amenizar la experiencia (obviando la cargante media hora inicial). Cosmatos crea un mundo mil veces visto pero con una fotografía y banda sonora magistrales que dan mucha personalidad a la película.

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La película arranca presentando una historia que pasa a un segundo (o tercer, o cuarto…) plano una vez ha acabado el prólogo. Esta media hora de presentación pretende ser mucho más de lo que es, además de que presenta escenas realmente desesperantes con conversaciones tan cargantes como las de la lamentable serie de AMC The Walking Dead (2010-Actualidad). Todo cambia cuando aparece el título de la película en pantalla y se desata el mejor Nicolas Cage.

A partir del desencadenamiento de Cage, Mandy eleva mucho su nivel. El talento del actor ganador del Oscar por Leaving Las Vegas (1995) nos ofrece escenas absolutamente desternillantes, gore y locas (la escena del baño es la cima de cualquier actor que se precie de serlo). También destacan escenas realmente bestias que son tan exageradas que uno solo puede reír y aplaudir.

Mandy

Como ya he comentado antes, Mandy tiene otros dos elementos que justifican su existencia: la fotografía y la banda sonora. La labor de Loeb es magistral y te transporta a ese misterioso mundo lleno de violencia y satanismo oculto, mientras que la música compuesta por el desaparecido Jóhannsson te pone los pelos de punta; es una verdadera pena que falleciera tan joven, tenía una carrera muy interesante por delante.

En cierto modo, Mandy es una división de poderes: por un lado, tenemos un prólogo cargante que nos puede sacar a patadas de la película, por otro, una película gore y salvaje con un Nicolas Cage que puede alcanzar el nivel de leyenda del cine fantástico a este paso. Cosmatos no se hace ningún favor descompensando tanto su obra, pero el resultado final no es tan fallido como podía esperarse.

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Es una verdadera pena su falta de originalidad y lo pedante que resulta a veces, porque Mandy podría haberse convertido en una de las películas del festival. Al menos me quedará el recuerdo de un cine lleno de gente idolatrando la figura de Nicolas Cage, uno de esos actores de los que ya no quedan.

Nota: 5

Lo Mejor: Un Nicolas Cage desatado y la imprescindible labor de Loeb y Jóhannsson.

Lo Peor: Su ritmo irregular y pretenciosidad.

 

Ferran Alcocer Gómez

Ferran Alcocer Gómez

Cinéfilo incondicional. Nolanista, Zimmerista y purista. 8 años llenos de pasión, amor y respeto hacia el cine. Sé distinguir entre cine y streaming.