[Sin spoilers] La que pretendía ser la «Overlord» de Sitges 2019 se ha quedado a medias en todo. Ready or Not no decepciona, pero tampoco enamora.
En cada Festival de Sitges es costumbre que algunos de los títulos de género más comerciales y esperados del año se dejen ver. Títulos como Doctor Sleep o Zombieland: Double Tap podrían haber sido opciones más que interesantes para la selección de este año. En vez de ellas, Sitges ha apostado fuerte por Ready or Not, una nueva revisita a las noches de bodas que no salen como se esperaba.
Las bodas siempre han dado mucho juego al género fantástico y de terror. Cómo olvidar la maravillosa [REC]3: Génesis, la noche de bodas desastrosa por excelencia de nuestro cine, por poner un ejemplo. Es un escenario que da mucho juego y que Ready or Not aprovecha para narrar una noche que la novia nunca olvidará.
Ready or Not tiene una premisa algo plana y predecible: Una prestigioso familia de la alta clase británica le propone un juego (que no puede rechazar) a la nueva esposa de uno de los hijos: debe sacar una carta de una caja con un pasado misterioso y jugar a lo que proponga. Lo que no sospecha es que, dependiendo de su suerte, esa noche puede convertirse en una terrible pesadilla.
Los títulos sobre «alguien está encerrado en una casa, debe salir y todos lo (la, en este caso) quieren matar» están viviendo sus últimos días (si nada cambia). Es un tipo de cine que se ha acomodado y que ha dejado a un lado la novedad para convertirse en una serie de clichés, a cada cual más repetitivos. Viendo la excelente recepción que ha tenido la película, uno podría esperarse algo nuevo e impactante, pero Ready or Not se mueve por las mismas zonas de siempre.
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La protagonista tampoco deja de ser algo que ya hayamos visto antes, y con los secundarios más de lo mismo. Todo daba para mucho más. Eso sí, no todo es negativo: Ready or Not es un entretenimiento más que aceptable que tiene detalles simpáticos y que no aburre en ningún momento. Si se acude al cine sin más pretensiones que la de pasar un buen rato, se pasará un buen rato.