Sitges 2018: Climax (2018): Sangría, LSD, naturaleza y extremismo (aka Noé)

Climax
[CON SPOILERS] Gaspar Noé vuelve a sorprender, pero no perturbar, con su nueva obra: Climax. Francia, sangría, LSD, bailes espectaculares y planos secuencia imposibles para confeccionar una de las películas que más dará que hablar en el Festival de Sitges 2018.

Los directores más personales a veces son los más incomprendidos y odiados, y Gaspar Noé es uno de los casos más evidentes que hay. El director argentino es un provocador que busca reacciones extremas en su público; no le van las medias tintas, solo le interesa que le ames o que le odies. Mucha gente opta por odiarle y descalificar su obra, mientras que otros le aman locamente, defienden a ultranza su obra y acuden expectantes a cada uno de sus estrenos. La palabra que mejor le define es «extremo», y eso es lo que es Climax: Extremismo puro y duro.

Climax nos situa en una fiesta celebrada por un grupo de bailarines de danza urbana en la que un hecho inesperado desatará la locura en todos y cada uno de ellos, trayendo una espiral de violencia y sexo sin límites. Esta hora y media en la que presenciamos la decadencia humana más pura se convertirá en una experiencia más profunda que la que nos aporta presenciar una simple película en un cine.

Climax

Noé ha hecho esta obra con un objetivo y que, sin ningún tipo de discusión, logra: Hacernos partícipes de la historia. Todo el diseño artístico es una invitación obligada que te empuja a unirte a la fiesta, sentir lo que sienten los personajes y vivir en primera persona la locura más salvaje. El factor que más ayuda a entrar en esta experiencia es la impresionante y psicodélica dirección de Noé. Ha pasado un día y sigo sin explicarme como alguien ha podido dirigir una cinta así. Es magistral.

Casi toda la película está concebida como un único plano secuencia en el que presenciamos la diferentes historias y situaciones que viven los personajes de la fiesta. Asistimos a escenas repletas de sangre, violencia, sexo y drogas; vamos, lo que es la fiesta más extrema que uno puede imaginar. La verdad es que resulta todo muy estimulante, pero en ciertos momentos acaba haciéndose algo pesado. 

Tomb Raider (2018): Disfrutable aventura

De entre todas las escenas que perturban en Climax, destaco aquella en la que una de las chicas revela que está embarazada y la empiezan a insultar y decirle que se suicide, mientras que ella se va haciendo cortes por el cuerpo; es una escena tan violenta y desagradable que no hay otra remedio que apartar la vista de la pantalla.

Climax

Si hay algo en lo que penaliza este extremismo a la hora de dirigir una película así es en la comprensión de la historia. Soy consciente de que la trama en una cinta tan experimental como esta es un aspecto secundario, pero al final uno no sabe ni de qué iba la película. Además, la abundancia de personajes y el poco tiempo que tienes para familiarizarte con ellos no ayuda a que comprendas mejor lo que estás viendo. Aunque repito que todo esto es secundario, la verdadera razón de ser de esta película es la experiencia de adentrarte en la fiesta. 

Climax ha cosechado grandes críticas por los diversos festivales en los que ha hecho acto de presencia, además de que ha sido seleccionada para representar a Francia en los Oscars del año que viene. Es una cinta extrema que polarizará al público, pero que perdurará en el tiempo, al igual que la figura de Gaspar Noé. 

Nota: 7

Lo Mejor: Su extremismo y la dirección de Noé.

Lo Peor: Cuesta familiarizarse con algunos personajes.

Ferran Alcocer Gómez

Ferran Alcocer Gómez

Cinéfilo incondicional. Nolanista, Zimmerista y purista. 8 años llenos de pasión, amor y respeto hacia el cine. Sé distinguir entre cine y streaming.