Empezamos con la primera serie del ranking que, durante 10 semanas, nos acompañara en Noticias en Serie. En este caso, hablaremos de House of Cards.
Nº10 House of Cards
House of Cards es una serie dramática estadounidense desarrollada y producida por Beau Willimon. Es una adaptación de la mini-serie británica del mismo nombre basada en la novela de Lord Dobbs y transmitida por la BBC en 1990. Ha sido una de las primeros contenidos originales de la plataforma de pago Netflix y les ha permitido establecerse también como un generador de contenidos propios y no sólo como una plataforma en la que ver series y películas mediante streaming.
La primera temporada fue un gran éxito internacional y se estrenó en exclusiva en Netflix el 1 de febrero de 2013 (EEUU). Aquí en España fue emitida por Canal+ 1 el 21 de febrero de 2013. La segunda temporada se estrenó, al igual que la primera, en exclusiva y al completo por Netflix el 14 de febrero de 2014 en EEUU.
La serie ha sido dirigida por el afamado director David Fincher y cuenta entre el reparto con caras tan conocidas como Kevin Spacey, Robin Wright o Kate Mara. Con ella Netflix logró en 2013 sus primeras nominaciones en los Premios Emmy siendo House of Cards nominada en nueve categorías, incluyendo Mejor serie dramática, Mejor actor en una serie dramática (Kevin Spacey), Mejor actriz en una serie dramática (Robin Wright) y Mejor dirección en una serie dramática (David Fincher).
“House of Cards” es considerada una de las mejores series políticas que existen y puede codearse de tu a tu con otras de la misma temática tan consagradas como es el “ala oeste de la Casablanca” de Aaron Sorkin. La serie gira alrededor del congresista Francis Underwood (Kevin Spacey), persona implacable y manipuladora, que maneja con increíble destreza los hilos de poder en Washington. Su retorcido juego político, en el que ansía la secretaría de Estado del nuevo gobierno electo, se desarrolla en el tenebroso mundo de la codicia, el sexo y la corrupción imperante en la capital de Estados Unidos. Para ello no dudará en emplear a los periodistas, que gustosos publicarán (casi) todas las filtraciones que provengan del poderoso Underwood.
Spacey, como ya hacía Ian Richardson en el original británico, detiene en ocasiones la trama para dirigirse directamente al espectador y hacer gala de su ilimitado cinismo en la explicación de sus planes. A veces, una sola mirada suya a cámara basta para expresar ironía, convicción, rabia o desidia. Gracias a su presencia y sus monólogos dirigidos al espectador se refuerzan otros aspectos. Ocurre con el papel de los lobbies, otro de los puntos fuertes de la serie. Las tramas nos muestran el tira y afloja constante entre estos grupos de presión y el poder político en EEUU.
El mayor éxito de “House of Cards” es su realismo. Te mete tanto en sus historias que llegarás hasta a indignarte con lo que estás presenciando. Sus compañeros de partido, sus rivales, la prensa, los guardaespaldas y hasta su propio matrimonio no son más que herramientas que el titiritero Underwood hace bailar con el único fin de llegar lo más alto posible.
Un mundo donde los lobos llevan piel de lobo y no hay espacio para los corderos…
“Hay dos tipos de dolor… El tipo de dolor que te hace aún más fuerte y el dolor innecesario, el tipo de dolor que solo trae sufrimiento. No tengo paciencia para cosas innecesarias. En momentos como este se necesita a alguien que actúe, que haga las cosas desagradables, pero necesarias. Ya está. No más dolor.”