Título: La semilla del diablo (Rosemary’s babe) | Año: 1968 | Dirección: Roman Polanski | Producción: William Castle | Guión: Roman Polanski | Música: Harold Lewis | Fotografía: William A. Fraker | Montaje: Sam O’steen | Reparto: Mia Farraw, John Cassavetes, Ruth Gordon, Sidney Blackmer, Maurice Evans, Ralph Bellamy, Victoria Vetri, Patsy Kelly | Género: Terror, drama psicológico | Duración: 136 min.
Roman Polanski es famoso por haber sido el director de varias películas muy sonadas a lo largo de los últimos ciencuenta años del cine tales como El gordo y el flaco, El pianista y en este caso, de la que hoy vengo aquí a comentar y que ya habrás leído en el título, La semilla del diablo. Y es que justo hace unas semanas me recomendaron ver esta película de la que había oído hablar pero nunca me había llamado la atención. Data del año 1968, algo antigua la verdad, aspecto que al principio me echó para atrás, ya que con el cine de esa época no tengo una estrecha relación, aunque sí puedo afirmar que lo poco que he visualizado de esos años no me ha dejado nada indeferente.
La sinopsis principal nos pone en situación a una pareja de recién casados (Rosemary y Guy) que se muda a un nuevo edificio y allí comienzan a entablar relación con sus vecinos, una pareja de ancianos con una extraña obsesión por el bienestar de ellos. Es entonces cuando Rosemary se queda embarazada y van sucediendo algunas cosas extrañas y de origen demoníaco que poco a poco van alcanzando sentido a medida que Polanski avanza en la trama y llegamos al final.
Primeramente y como observación personal, este tipo de cine de género mixto entre terror y drama de los años sesenta y setenta, a mi parecer es increíblemente bueno, ya que con pocos medios cómo los que había en aquellos años para hacer cine, son capaces de crear más sensación de agobio o de tensión que cualquier película de hoy día del mismo género.
Además, si hacemos una observación, Polanski utiliza varios aspectos como esa música oscura de fondo, esas escenas de ambiente hostil y perturbador, y sobre todo, ese decorado que se llevaba por aquellos años en las casas: las paredes de madera oscura, los suelos de moqueta, las colchas floradas, todo en definitiva demasiado distinto a la decoración de nuestra década y a lo que vemos día a día.
En segundo lugar y también bajo mi percepción es una película que creo que gana más viéndose en versión original, ya que así es cómo más se suele apreciar el guión y los tonos en los que se dicen las cosas, porque a pesar de que nuestro sistema de doblaje español es bastante bueno, creo que no hay nada como una versión original y al haber visto algunas partes en español después pierde un poco de esencia. La mejor interpretación a mi parecer se la llevan tanto Mia Farrow (Rosemary) y la vecina anciana, Ruth Gordon (Minnie Castevet), ya que la primera me ha sabido transmitir esa sensación de pánico y de incertidumbre e insertarme en su estado de supuesta locura y supuestas alucinaciones; y la segunda porque cuando un actor es capaz de sacarme de mis casillas yo ya le doy una buena nota, y esta señora que interpreta a ese estilo de vecina cotilla y pesada me parece muy bueno.
Contiene Spoilers
Si estás en este apartado y has visto la película aquí es a donde vengo a machacar toda la trama y mi crítica hacia ella. No sé si te has fijado tu también pero en esta película el papel de la pareja de vecinos ancianos que hay: en muchas ocasiones se incluye un sentido cómico a todo lo que dicen o hacen. Ya centrándonos en el simple hecho de los comentarios que han podido soltar o situaciones surrealistas, me llamó muchísimo la atención cuando la chica joven con la que viven ellos se suicida y se lo toman como si fuera algo normal que obviamente luego entiendes el por qué, ya que si son satánicos y están queriendo engendrar en el vientre de su nueva vecina un demonio, ¿cómo les va a importar que la chica se suicide?
Aparte de todo esto, al final de la película cuando aparece Rosemary en pleno salón donde ve que ahí está su bebé medio humano medio demonio y a ella le está dando un ataque, todo es demasiado siniestro y de verdad realmente parece que es todo una pesadilla. La típica situación en la que estás sólo y nadie te ayuda salvo que en esta ocasión, ella no está sola, sino con todo el clan satánico y su maravilloso marido, capaz de haber colaborado en todo el engorro de dejar que a su mujer le fecunde el diablo con tal de conseguir éxito en su carrera profesional como actor.
Anteriormente cuando nombré que Rosermary ve a su hijo, en la película se puede observar que simplemente se ven unos ojos, como cuando en la escena en la que supuestamente alucinaba también veía una criatura pero ésta no se percibía en su totalidad. Estas partes creo que las pudieron hacer así para mantener ese misterio o también porque ¿no sabrían muy bien quizá como exteriorizar la imagen de un demonio teniendo pocos efectos especiales? Sin duda creo que fue un acierto dejarlo así ya que esa sensación de misterio es muy efectista.
Curiosidades
- Mia Farrow es quien puso el hilo musical de inicio y final de la película mientras aparece el edificio donde viven en la trama.
Según varios testimonios esta película está considerada maldita ya que está relacionada con varios sucesos que ponen los pelos de punta, como por ejemplo:
- El edificio Dakota donde se rodó es real y en él vivían familias de sectas satánicas. Al sacar esto a la luz, un clan satánico se ensañó con la mujer de Polanski mientras estaba embarazada del primer hijo de ambos.
- Además existe otra coincidencia y es que en la misma calle de ese edificio unos años más tarde sería asesinado John Lennon y da la casualidad de que él mismo en el año 1968 escribió una canción para la hermana de Mia Farrow.