Cualquier persona que lea el título tan revelador que está en la cabecera puede pensar que me ha gustado El Pregón. Pues no. Nos encontramos ante una involución de la comedia en España. Hablando en plata, una soberana mierda de película que debería estar prohibida de exhibir en cualquier cine veraniego de barrio.
El Pregón va de dos hermanos, antiguos fenómenos de la música electrónica de los 90, que se tienen que reunir para dar el pregón de su pueblo. Como les hace falta el dinero, deciden ir al pueblo y juntarse después de años sin verse porque se llevan a matar.
Así de simple. Un guión desganado, unos actores protagonistas que no son actores, un director que tiene que hacer lo que le diga su productora y un rodaje que ha tardado menos que la posproducción. Un producto hecho para ganar dinero fácil, poniendo a dos cómicos conocidos en una comedia que pasa a ser una mezcla entre Muertos de Risa y Que se mueran los feos, cogiendo lo peor de cada cinta.
Cansa bastante el temita de los cazurros, que son la gente de pueblo (un tema bastante manido y tratado de una manera muy simplista en la comedia patria en general). El humor empleado es cutre, una bazofia de guión escrita por un guionista que lo puede hacer mucho mejor. David Serrano demostró que tenía calidad al frente de Días de Fútbol, pero aquí da un importante paso atrás. El dinero manda.
También hay que poner en el punto de mira a la dirección. Me parece que Dani de la Orden es un nuevo talento como director. Sus cintas Barcelona, Noche de Verano y Barcelona, Noche de Invierno, así lo demostraron. Quizás algo empalagosas, pero bien desarrolladas y con un trabajo actoral bastante destacable. Ambas se rodaron con un gusto muy cuidado en la estética y con unas escenas donde todo está calculado al milímetro, mostrando una Barcelona deliciosa en la que cualquiera puede encontrar el amor. Aquí rueda, con aparente desgana y para sus mecenas del El Terrat, un sinsentido antológico. Para ser una comedia está rodada sin chispa, sin ganas. Desde Primos no veo tal despropósito. Ves pasar las escenas en las que la coordinación brilla por su ausencia, sin saber realmente qué coño pasa y si se ha rodado por un grupo de amigos por puro aburrimiento.
Y llegados a este punto, nos topamos con problema principal de El Pregón. Buenafuente, como parte importante de El Terrat, parece ser que ha decidido regalarse una película. Y es por ello lo de ese «Ole tus Huevos». Como buen burgués adinerado que es, en vez de comprarse un nuevo deportivo o un chalé en Los Caños de Meca, pues decide que tiene que ser protagonista de una cinta. Para ello, cuenta con Berto Romero (justito como actor, pero tiene su gracia) o Goyo Jiménez (que se dedique a los monólogos, porque el cine le queda grande) y toma a los españoles por gilipollas cobrando los 5 o 6 euros de rigor por semejante aberración al séptimo arte.
En fin, El Pregón es un capricho encargado por gente con pasta para sacar más pasta. Espero que se den un ostión considerable en taquilla, para que se enteren de la gente en España no es tonta. Solo se salvan una agradable Belén Cuesta (espero verla en películas que estén a su altura) y un Jorge Sanz que siempre me ha parecido un actor simpático y con buen hacer.