Pacific Rim: Insurrección (2018): La predictibilidad de lo innecesario

Pacific Rim
Pacific Rim (2013) supuso una de las mayores sorpresas del verano de 2013, sorprendiendo a los espectadores a través de una historia cuidada y original con escenas de acción inolvidables. Han pasado 5 años y, por fin, se estrena su secuela, Pacific Rim: Insurrección (2018).

 Título: Pacific Rim: Insurrección | Dirección: Steven S. DeKnight | Guión: Travis Beacham, Emily Carmichael, Kira Snyder, Guillermo del Toro y Steven S. DeKnight  | Reparto: John Boyega, Scott Eastwood, Cailee Spaeny, Charlie Day y Burn Gorman | Fotografía: Dan Mindel | Montaje: Zach Staenberg | Música: Lorne Balfe | Producción: Guillermo del Toro, Thomas Tull, Jon Jashni, Mary Parent, John Boyega y Femi Oguns

Han pasado 10 años desde los acontecimientos de la primera parte. El mundo se ha convertido en un lugar próspero con numerosas bases de jagers repartidas por todo el mundo, todas ellas creadas con la misión de anticiparse a un nuevo ataque kaiju como el ocurrido 10 años atrás. A través de los ojos del hijo de Stacker Pentecost, Jake, vemos como una nueva amenaza promete alterar la paz que había predominado en la tierra en los últimos tiempos.

El cine Kaiju siempre ha interesado al gran público. Con personajes tan célebres y recordados como Godzilla, este cine se basa, básicamente, en películas llenas de destrucción, peleas épicas y monstruos mastodónticos. Y todo este género siempre atrajo a un chaval que vive dentro del cuerpo de un hombre: Guillermo del Toro.

El famoso director mexicano produjo, escribió y dirigió la primera parte de Pacific Rim, una película muy personal y reivindicable que se convirtió en una de las grandes sorpresas de 2013. Era cine de destrucciones masivas, si, pero todo lo que la rodeaba funcionaba: los personajes eran carismáticos, originales y cercanos, el ambiente era completamente característico de Guillermo del Toro y era, con todas las de la ley, cine de autor. Lamentablemente, todo eso se ha perdido en su innecesaria secuela.

Pacific rim: Insurrección

Durante estos 5 años, la idea de una secuela ha rondado siempre la cabeza de del Toro, quien decidió embarcarse en proyectos diferentes, como en la oscarizada La forma del agua (2017) o la reivindicable La cumbre escarlata (2015). Paralelamente, Legendary pictures decidió contratar a un nuevo director (Steven S. DeKnight), y sacar adelante una secuela que, desde que se anunció que no iba a ser de del Toro, ya presagiaba una bajada de calidad notable.

Pacific Rim: Insurrección cuenta con algunos de los personajes de la primera parte, tales como los científicos representados por Charlie Day y Burn Gorman o la hija adoptiva de Pentecost, Mako Mori. Por otro lado, el protagonista Charlie Hunnam no vuelve con su papel de Raleigh Becket. Como principales incorporaciones, John Boyega y Scott Eastwood son los dos protagonistas de la película, mientras que la joven Cailee Spaeny acaba consiguiendo más protagonismo, e interés, que sus dos compañeros.

Mientras que la primera Pacific Rim era una estimulante cinta con mucha personalidad, su secuela es todo lo contrario. Sus personajes son caricaturas completamente vacías (a excepción de Spaeny, quien es lo mejor de la película), la historia es predecible, el conjunto no tiene alma y no es, para nada, destacable en ningún aspecto. Mientras que en la primera película los Kaijus y Jaegers eran atractivos visualmente e identificables, los nuevos son demasiado sosos, dejando de lado la originalidad y, a la vez, simplicidad de los originales.

Pacific Rim: Insurrección 2

Otro error difícilmente justificable son las escenas de acción: La abundancia de CGI y la torpe dirección de DeKnight presentan una escenas de acción confusas e insustanciales. La música era otro apartado muy destacable en la cinta de del Toro, mientras que aquí no hay ningún tema que se quede en el imaginario colectivo o sea, simplemente, sustancial.

De todos los (tremendos) fallos que tiene Pacific Rim: Insurrección, tal vez el más odioso es lo vacía que es la cinta: no tiene alma, ni estilo, ni personalidad, es, simple y llanamente, una película hecha para fines comerciales. Cierto es que la comparación con la primera parte debe ser evitada (a pesar de que este artículo no invite a ello), pero es irremediable comparar el amor y respeto con el que hizo del Toro aquella maravilla y con la total falta de empatía con la que se ha realizado esta película.

Predecible e innecesaria, esas son las dos palabras que mejor representan lo que es Pacific Rim: Insurrección, una película que, con total probabilidad, será olvidada en cuestión de semanas. Hollywood no se hace ningún favor produciendo estas películas. Más amor al cine, menos amor al dinero.

Ferran Alcocer Gómez

Ferran Alcocer Gómez

Cinéfilo incondicional. Nolanista, Zimmerista y purista. 8 años llenos de pasión, amor y respeto hacia el cine. Sé distinguir entre cine y streaming.