Mr.Robot: La serie de moda que no me he creído

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Hace pocos días decidí terminar Mr. Robot. Y digo que ‘lo decidí’ porque me faltaban ganas…Y qué pena, porque es una serie que empieza con una idea matriz genial, pero termina agonizando, repitiéndose, y ha acabado siendo un suplicio. Me sorprende que la serie acumule tantas buenas puntuaciones y críticas. Incluso se podría decir que Mr. Robot es la serie de moda. Aún así voy a intentar defender mi tésis, mi sensación, de que esta serie no vale tanto como pintan (…debo ser muy raro, como el prota).
Aparentemente la cosa empieza bien y es fácil sentirse identificado, conectamos de manera rápida con varios elementos: rebeldía, alienación, fantasías de dejar patas arriba el sistema económico entero (¡y desde casa oiga!). Además, el protagonista, el chaval, cae bien. Vaya, que tenemos varios elementos para ir tirando. De hecho en mi caso, me convenció que quién que me la recomendó es informático y añadió “es bastante realista”.
 
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¿Realista? Vaya, pues ahí voy: justamente me pasa a la inversa. Porque si bien los primeros capítulos lo son, poco a poco se va mareando y pierde credibilidad. ¿Y se trata de eso, no? De que nos creamos lo que vemos, que podamos sentirlo como posible. Y no me refiero a que sean fieles a la realidad, sino de creértela, de viajar con ella sea donde sea. Porque para increíble podría ser desde Lost hasta Star Trek pero nos dejamos llevar y te sientes reconocido y te metes de lleno. Pero lo siento, a Mr.Robot no, no me la he creído.  El personaje me ha parecido muy exagerado. Y si tuviera menos peso igual pasaba, pero es que el personaje “es” la serie. No me creo su frialdad ni su falta de empatía ni su bloqueo y en fin, tampoco me creo (ojo que voy con pedazo de spoilers) la gravedad de las alucinaciones ni de sus delirios. Son estratosféricas, pasadas de frenada, un cúmulo de licencias poético-visuales, de trucos, a mi gusto demasiado forzados, empujones de guión.  Y otro ejemplo en relación a la credibilidad: veran, yo no soy experto en marketing ni macroeconomía pero, ¿de verdad una corporación empresarial escogería “Evil” (El mal) como nombre? Esto que es, ¿Los Simpsons? Otro ejemplo más: ¿de verdad se cree alguien que se puede cometer un suicidio delante la cámara?…El suicidio es justamente algo que el individuo lleva a cabo cuando está totalmente alienado y deprimido, no de un día por otro y menos delante de una cámara. En fin, que con tanta ida de olla al final no hay efecto sorpresa: señores guionistas,  respétennos. Jueguen un poco con nosotros, pero no nos mareen así, no nos traten así, que si no desconectamos.
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Enlazando con ésto recordaba el otro día un ejercicio de teatro, en el que nos hablaron de la importancia de “La verdad”. Por ejemplo: un “zapato rojo” es una verdad, porque un zapato rojo es rojo para todos. Luego será ya para cada uno el adjetivo que le queramos dar: precioso-cutre-feo-espectacular… lo que te plazca. Pero rojo lo es, esa es la verdad. Ahora bien, cuando decimos que un zapato rojo es verde, entonces el espectador se va, desconecta. Y cuidado, que otra cosa muy distinta es decir que el zapato vuela o habla: eso ya es imaginar, y eso mola (bueno a mi sí). Pero a eso me refiero, que si no hay realismo, hay mareo, no te la crees. Y si no es real no emociona. ¿Puede que fuera la sensación que buscaban en Mr. Robot? Lo dudo; creo que al final Mr. Robot es todo algo mental. Permítanme que la defina como “una gran paja mental”, como la del protagonista. Un delirio que a mi no me ha parecido creíble, y si no es creíble, no emociona.
 
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Lo curioso es que terminando el último capítulo justamente la “alucinación” del protagonista le pregunta eso: “¿real? ¿Y tu? ¿Lo eres? ¿Acaso ésto es algo real?” Y le pide que mire lo que ha hecho y lo disfrute. Y tras eso, otro buen giro inteligente,  con unas ganas desesperadas de darle sentido a todo. A mi me dio la sensación de que los 10 capítulos se podían haber condensado en uno de Black Mirror. Porqué para ese final tan «rompedor» el espectador ya se ha podido ir a dormir en el capítulo 5…
¿Y sabéis que es lo que más me jode de Mr. Robot? Que tengo la sensación que el protagonista, en una vida real, me caería de puta madre. Creo que es por eso que la he terminado. El actor tiene una cara de transparencia y buen pan que le dejarías las llaves de tu coche.
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Para terminar debo confesar que respecto al tema de la credibilidad me ha surgido una reflexión: puede que mi “problema” sea que la haya visto casi en paralelo con otras 3 series muy realistas .Vaya, tan realistas que están basadas/inspiradas en hechos reales (‘Narcos’, ‘Show me a hero’ y ‘The Knick’). Y eso definitivamente ha podido influir, de acuerdo. Pero vaya, no ha sido suficiente. De hecho, también ya para terminar, añadiré otro argumento en contra de la serie: la voz en off. Un recurso fácil, muy trillado, y del que se abusa en la serie. Tanto, que al final este actor-protagonista que me caía bien, se me termina haciendo pesado.
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En fin, ya anticipaba que debo ir en contra de mucha gente. Alguien me podrá decir eso de »la miel no está hecha para la boca del asno». Supongo que prefiero ser un asno que un robot.

 
 Pd: por cierto, para “reflexionar” sobre el tema informático y redes sociales no puedo dejar de recomendar una de mis películas favoritas de los últimos años: Disconnect. Historias cruzadas que enganchan. Háganse un favor y no se la pierdan.