¿Que pasaría si dejásemos a 4 guionistas hablando entre ellos un rato a su bola? Eso mismo es lo que se preguntaron los compañeros del Primer Salón del cine y las Series de Barcelona cuando decidieron apostar por hacer una Mesa Redonda de guionistas. Ésta es una crónica desde la tercera fila.
A las 11h de la mañana del viernes teníamos ya puntuales a los 4 participantes de la ‘Mesa Redonda’: Andreu Rifé (músico y actor, guionista entre otros de «Polseres Vermelles«), Borja Cobeaga («Ocho apellidos vascos«, «Pagafantas«, «Vaya Semanita«), Joel Joan («Plats Bruts«, «Porca Misèria«, «El crack»), y Anaïs Schaaf («El Ministerio del Tiempo»).
Empezaba el coloquio poniéndose sobre la mesa un tema más que jugoso: «El escaso valor histórico que se ha dado a los guionistas dentro de la industria del cine». El caso es que durante un buen rato cada uno de los participantes comentó el tema del papel infravalorado del guionista, comentando de paso algunas de sus experiencias y su papel en diferentes procesos creativos. En este sentido el tema dio pié para hablar por ejemplo la relación entre trabajo y producto. Borja Cobeaga por ejemplo comentó la paradoja que sentía con 8 Apellidos Catalanes, una película que el mismo reconocía «es un producto más que un guion» y no obstante estar «mucho mas trabajada y bien coordinada y en cambio el resultado no es tan bueno». Su conclusión tras esta experiencia era evidente: a veces mucho trabajo no da buen resultado.

Continuaba la Mesa Redonda con la intervención de Anna Schaff, que habló de la poca presencia de los guionistas en las filmaciones, en el set de rodaje, y de cómo esa característica repercute en el resultado ya que «el resultado es distinto». Interesante como este apunte despertó también comentarios de los otros asistentes, Anaïs remarcaba que «no lo digo por hacer el cuento de la lágrima, no vengo a hacer psicoterapia…o si .. Sino porque el resultado se modifica». Explicaba que debido a esto actualmente algunos guionistas ya han creado su propia productora, que les permite hacer creaciones con más libertad y dirigiendo más aspectos que antes se les escapaban (y ponía como ejemplo la serie en la que participa, «El ministerio del Tiempo«)

Le tocaba el turno a Joel Joan, muy activo durante la Mesa redonda, que en su turno comentaba irónicamente que «bueno…en realidad yo me hice actor básicamente para conocer tías guapas y ser famoso..». Pero luego se ponía serio y confirmaba el discurso de Anaïs remarcando que «me he hecho productor por eso, porque nos cambiaban el guión demasiado». Aparecía entonces en escena la situación de otros países anglosajones en su mayoría, donde el guionista empieza ya a tener mucha reputación y tienen más control. Joel Joan destacaba que «no es por mala intención, sino porque seguramente aun se valora mucho mas el share y otras cosas». Ponía mas ejemplos de productores estadounidenses que han creado también hace años su propia productora.

Andreu Rifé, que hasta ese momento apenas había participado, resumió de manera brillante el tema según su punto de vista «un guión es como contar un chiste: depende de quién lo explique puede brillar y hacer reír o ser lamentable». Se puso entonces a sí mismo como ejemplo, en momentos en que ha escrito canciones o guiones que no han tenido el resultado final que esperaba. En relación al tema inicial sobre la visibilidad de los guionistas añadía que «estamos en proceso de consolidación».

Intervenía entonces Joel Joan comentando que estamos quizás ante un cambio de modelo ya que si bien antes «Billy Wilder o Berlanga se lo hacían todo ya que eran guionistas, actores, directores, etc…ahora hace años es una industria donde cada uno tiene un papel», aunque ampliaba diciendo que «también hay excepciones como Cesc Gay (Truman)». Añadía que «la gente se ha culturizado y ha entendido que una película o serie ya no es el trabajo de una persona sino de más gente» y que en este sentido los guionistas estaban entrando poco a poco en escena y teniendo más reconocimiento. De hecho todos los participantes coincidían con su afirmación en que
«hace 15 años esta mesa no tendría lugar, solo habría la de directores y actores, y eso es la prueba».

Por su parte Borja Coebaga explicaba, en relación a lo que comentaba Joel Joan, que Hitchcock era el modelo inverso: en su caso Hitchcok era director pero también tenía un montón de guionistas trabajando para él, y lo curioso es que «a pesar de eso, de tener mucha gente escribiendo, sus películas se parecen».
Enlazando con esto, Andreu hablaba sobre la relación entre fama y producto: éste explicaba que en su caso había notado como en la segunda temporada de Polseres Vermelles ya había sido mas «para complacer al público» y que por lo tanto la fama en este caso había podido ser contraproducente, ya que la primera «era más honesta y valiente».

Para cambiar de tema, el moderador preguntaba sobre el papel del actor y Anaïs comentaba que en «algunos casos los actores destrozan y en otros lo mejoran». Muy curiosa la anécdota que explicaba Joel Joan con el caso de Breaking Bad: por lo visto Jesse Pickman era un personaje pensado solo para la primera temporada, pero que debido a su éxito y su papel crucial, los guionistas decidieron darle continuidad y relevancia, hasta el punto de ser tan o mas importante que el protagonista.

Enlazando con esto Joel Joan hablaba del caso de la serie The Knick (de la que se deshacía en elogios,) y como en ese caso el actor juega un papel importantísimo, ya que Clive Owen en su opinión imprime mucha fuerza al personaje. Se creaba entonces un interesante debate entre él y Borja que añadía que para él en The Knick es el director que tiene mucha fuerza debido a la calidad de otros elementos como la imagen, la fotografía, el decorado, la música etc. Joel Joan rebatía diciendo que «estoy de acuerdo, pero seguro que detrás de The Knick hay también grandes guionistas». Eso si, en lo que coincidieron los participantes fue en la dureza y realismo, rozando lo «gore» de la serie. En este momento se llegó al que para mí fue el momento crucial de la mesa, en que Borja comentaba que para él “un guionista necesita libertad y en él ”, y desarrollaba esta idea explicando que hoy en día «hay guiones que no se pueden hacer en el cine «, refiriéndose a las series en que encontramos protagonista fracasados, perdedores, loosers, enfermos, un perfil que rara vez vemos en el cine, sobretodo el mainstream. La conclusión a la que llegaba el mismo Borja es que «si los protagonistas son malos o enfermos o perdedores no puedes hacerlo en cine, pero en una serie sí, porque con 5 temporadas acabas entendiendo al personaje». Buena reflexión, que nos deja entrever otro motivo por el cual hoy en día el mundo de las series está empezando a ganar terreno al del cine, un formato que nos permite ver mas allá de las primeras capas que hay en una persona, que nos da pie a entender la complejidad de lo que nos sucede, de narrar historias y contextos con mucha más paciencia y delicadeza.

Llegados a este punto se dio turno de palabra a los espectadores para poder preguntar libremente a los participantes de la Mesa redonda. Como nota curiosa explicar que hubo un momento muy tierno, en el que un espectador de solo 11 años comento que estaba produciendo y escribiendo su propio corto y se llevaba el «ohhh” unánime de los asistentes. Su pregunta fue breve “¿qué consejos me daríais?»: surgían entonces varias reflexiones, sobretodo entorno al trabajo personal y el equilibrio con el trabajo en equipo. Lo resumía Joel Joan al final de la ronda de respuestas, comentando que «en este trabajo, como no te dejes el ego en casa, estas condenado al fracaso, como de hecho en muchos ámbitos de la vida«. Borja por su parte le daba otro consejo al precoz director: «es una cuestión de prueba y error», y pedía al chico que recordase que «equivocarse es lo más importante que hay…es de los errores propios de los que más vas a aprender».

Ya para terminar esta reflexión sobre el papel del guionista me gustaría comentar algo que hoy mismo escuchaba en Rac1, sobre lo sucedido en la Gala de los Goya, en la que la alfombra roja está totalmente reservada a actores y directores, y no dejan pasar a ningún guionista (como es el caso de Borja que accedió por otra puerta). En fin una anécdota para hacernos una idea de cómo está el patio. Por suerte los amigos del Primer salón de cine lo tuvieron claro. Agradecemos la oportunidad de tener a 4 guionistas hablando largo y tendido sobre las inquietudes propias y ajenas.