Mary Poppins Returns (2018): Nostalgia como remedio para la carencia

Mary Poppins Returns
Emily Blunt y Lin-Manuel Miranda protagonizan con pasión y respeto Mary Poppins Returns, otra nueva muestra de lo imprescindible que es la nostalgia en el actual Hollywood.

Mary Poppins es una obra que todo el mundo conoce. Te puede gustar el cine o no, adorar los musicales o detestarlos, pero la obra maestra protagonizada por los inolvidables Julie Andrews y Dick Van Dyke es parte imprescindible de nuestra cultura popular.

Lejos queda ya la época en la que el musical era un género que todo el mundo amaba, aunque siempre ha contado con un sector fiel y apasionado de los espectadores, independientemente de la década en la que se prodigara este tipo de cine. A pesar de ello, estos últimos años parece que estamos viviendo un renacimiento de este género, y buena prueba de ello son las cintas que hemos podido ver en los cines en los últimos tiempos. La La Land (2016), The Greatest Showman (2017) y Mamma Mia! (2008) son los tres ejemplos más claros de esta renacida corriente cinematográfica que ha enamorado a nuevas generaciones de espectadores.

Emily Blunt

Mary Poppins Returns es la nueva cinta que viene a confirmar el poderoso estado de forma del cine musical. Su reparto es uno de los grandes atractivos del film, cuyo dúo protagónico es, con diferencia, lo mejor de la película. Blunt y Miranda son las dos grandes bazas de una cinta que destaca por su exagerado uso de la nostalgia (factor cada vez más recurrente en Hollywood) y por el amor con el que está hecha. Hacer la secuela de un clásico tan mastodóntico como Mary Poppins no era tarea sencilla, pero ha acabado siendo un verdadero éxito (en lo que busca serlo).

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Incluso podríamos valorar Mary Poppins Returns como un remake encubierto, ya que usa la misma fórmula que su predecesora y muchas de las escenas son un calco de la original. Parece estar de moda hacer secuelas de clásicos repitiendo los mismos elementos que hicieron de esas obras algo único y memorable. Star Wars: The Force Awakens (2015) es, tal vez, el caso más evidente que saca a relucir esta nueva táctica para atraer a los espectadores masivamente.

Claro que hay excepciones como la formidable Suspiria (2018) de Luca Guadagnino, pero esta tendencia tan nostálgica y poco original está creando una nueva forma de hacer cine que personalmente considero peligrosa. No se puede recurrir a la nostalgia para atraer a la gente y justificar así el poco arriesgo de los nuevos títulos enfocados al público mayoritario.

Manuel Miranda

Mary Poppins Returns, como tantas otras películas actuales, no es nada memorable y difícilmente pasará a la historia del cine, pero entretiene lo justo para que uno no se arrepienta de haber pagado la entrada del cine. Es un tipo de cine peligroso que más pronto que tarde va a desaparecer, pero que hasta que dure será la tónica habitual de una industria que necesita urgentemente un cambio de estrategia.

Ferran Alcocer Gómez

Ferran Alcocer Gómez

Cinéfilo incondicional. Nolanista, Zimmerista y purista. 8 años llenos de pasión, amor y respeto hacia el cine. Sé distinguir entre cine y streaming.