Mad Max: Fury Road (2015): Bendita locura

Mad Max: Fury Road
[CON SPOILERS] Fue una de las grandes películas de 2015 y la que se ha convertido, por méritos propios, en la más imperecedera de aquel fantástico año. Mad Max: Fury Road (2015) es una de las mayores locuras de la historia del cine.

La trilogía de culto Mad Max (1979-1985) fue concebida como un producto de serie B sin pretensiones en el que George Miller sacara a relucir todo su talento y cuya relación con la locura está muy a la par. Aquella trilogía australiana probablemente no hubiese podido imaginar en lo que se acabaría convirtiendo.

Treinta años después del punto y final a aquella trilogía, George Miller decidió realizar una nueva entrega: Mad Max: Fury Road. En esta ocasión se apostaría más por la espectacularidad y el alma blockbuster. No fue una producción fácil (de las más accidentadas de la historia), pero el resultado final valió la pena.

Mad Max: Fury Road 2

Mad Max: Fury Road es una locura de principio a fin. Una cinta de puro acción que durante 1 hora y 50 minutos ofrece escenas ultra frenéticas, una persecución sin tregua llena de coches cada vez más exagerados y un sentimiento de locura perpetuo. El mundo postapocalíptico que muestra es perfecto, tanto en diseño como en ejecución, y los personajes que lo habitan pueden ser perfectas extensiones de la psique de Miller. Complicado encontrar obras más personales en nuestros tiempos.

De todo en lo que Mad Max: Fury Road es excelente, hay algo en lo que es absolutamente única: la adrenalina que desprende. Cuando uno acude al cine a ver semejante obra maestra y presencia los planos generales de la implacable persecución, no le queda otra que temblar de la adrenalina que siente. Es una barbaridad constante que tiene escenas en las que solo te apetece levantarte y ponerte a pegar saltos.

Su minimalista premisa (toda la película es una persecución) puede echar para atrás a los más «puritanos» (curioso que sean los mismos de siempre), pero una vez entres en su juego, no querrás salir nunca del mundo planteado por Miller. Puede ser simple, sí, pero hay muchas grandes obras maestras que no se sustentan en historias brillantemente elaboradas con trasfondos sumamente filosóficos. Mad Max: Fury Road no tiene complejos y sabe a qué público va dirigida.

Mad Max: Fury Road 4

Además de su inolvidable aspecto técnico, la cuarta entrega de la tetralogía Mad Max cuenta con una revelación que ya lleva tres años en el imaginario popular: imperator Furiosa. El memorable personaje interpretado por la siempre creíble Charlize Theron es el gran personaje de la película y un símbolo feminista de verdad; nada de personajes vacíos con media cabeza rapada, Imperator Furiosa es pura rebeldía feminista.

Junto a Theron, Tom Hardy protagoniza la película recogiendo el testigo de Mel Gibson como Max Rockatansky. El actor británico resuelve con magistralidad (como es costumbre) su labor y deja para el recuerdo una voz que pocos actores son capaces de conseguir.

Las escenas que comparten Hardy y Theron sueltan chispas y desprenden la misma adrenalina con la que nosotros salimos del cine. Esto es gracias a la labor de ambos intérpretes y a la ignorada labor de Miller (no ganó, incomprensiblemente, el Oscar a Mejor Director).

Mad Max: Fury Road 3

En 2015 pude ver esta película en un cine en la semana de su estreno. Sabía que la crítica había alabado sobremanera (y con razón) a esta cinta, pero salí del cine con cierta indiferencia. Tres años después he podido volver a disfrutarla (esta vez en VOSE), y ha sido una de las experiencias cinematográficas más inolvidables de mi vida. Con esto quiero decir dos cosas:

Las películas, al igual que nosotros, tienen vida y evolucionan dependiendo del espectador. Puede no gustarte una película en un momento de tu vida o, simplemente, no llamarte la atención, pero eso no significa que en unos años esa misma obra no sea una de tus favoritas. Hay que saber valorar la grandeza del cine y el arte en general.

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Aparte quiero resaltar la importancia que ha tenido en mí (y seguro que en otra mucha gente también) ver esta película en un cine. Aunque ya había visto Mad Max: Fury Road un par de veces en mi casa siendo consciente de mi cambio de opinión respecto a aquella proyección en 2015, no fue hasta hace unos días cuando me di cuenta de lo magistral que es. Verla proyectada en un cine maravillosamente ruidoso y con una pantalla tan grande como es la de la sala Phenomena de Barcelona me ha hecho apreciarla con otros ojos. Todo cambia en un cine.

Cabe destacar la labor de Junkie XL para la banda sonora de esta película. El discípulo de Zimmer da a la banda sonora todo lo bueno de sí mismo para acompañar las impresionantes escenas de acción con puro frenetismo (aún más si cabe) auditivo.

Mad Max: Fury Road

Mad Max: Fury Road es una de esas obras de esta década que pasarán sí o sí a la historia. Drive (2011), Interstellar (2014), La La Land (2016) o Django Unchained (2012) son algunos de los más claros ejemplos de obras inmortales que permanecerán en la cultura popular. Es un selecto grupo al que entran pocas películas, y una de ellas es la gran obra maestra de Miller.

Imposible no vibrar con una de esas películas que han sido confeccionadas para atraparte en la oscuridad durante casi dos horas y no soltarte hasta mucho después de que se enciendan las luces. Mad Max: Fury Road es al cine de acción lo que la saga Indiana Jones (1981-Actualidad) es al cine de aventuras. Pocos ejemplos más claros de que la mentalidad del siglo XX siempre será mejor.

Nota: 9

Lo mejor: el mundo postapocalíptico sacado de la maquiavélica mente de Miller, su dúo protagonista y todo lo referente al sonido y la música.

Lo peor: que por culpa de su accidentada producción no vayamos a ver nunca una secuela.

Ferran Alcocer Gómez

Ferran Alcocer Gómez

Cinéfilo incondicional. Nolanista, Zimmerista y purista. 8 años llenos de pasión, amor y respeto hacia el cine. Sé distinguir entre cine y streaming.