Es una de las películas del año y no ha dejado de cosechar alabanzas allá por donde se ha estrenado. La forma del agua llega a España con las expectativas muy altas… y con razón.
Título: La forma del agua | Dirección: Guillermo del Toro | Reparto: Sally Hawkins, Richard Jenkins, Octavia Spencer, Michael Shannon y Michael Stuhlbarg
Elisa es una mujer muda que se siente sola e incomprendida en la ciudad de Baltimore durante la guerra fría. Sólo tiene dos personas en este mundo: Su vecino Giles y su compañera de trabajo Zelda. Durante un rutinario día en su trabajo (trabaja de limpiadora en una base del ejercito americano), descubre un secreto que promete cambiar la vida de las dos grandes potencias mundiales de aquella época, así cómo la vida de la propia Elisa.
Guillermo del Toro es uno de los directores más personales y alabados del mundo. Con obras tan memorables cómo El laberinto del fauno (2006), el director mexicano se ha hecho un nombre en la industria cinematográfica más poderosa del mundo, la cual le ha brindado la oportunidad de tener total libertad creativa para la mayoría de sus proyectos, desmarcándose de cualquier estilo y creando uno propio basado en la fantasía y los monstruos de todo tipo.
Desde El laberinto del fauno, del Toro ha realizado tres films: Hellboy 2: El ejército dorado, Pacific rim y La cumbre escarlata; ninguna de estas tres películas contó con las excelentes críticas que cosechó con su obra maestra, por lo que se esperaba con cierta expectación su nuevo estreno, el cual ha llegado a las salas de nuestro país recientemente: La forma del agua (2017).
El mexicano es un director absolutamente enamorado del séptimo arte, y ese hecho se puede apreciar en gran parte de su filmografía, pero el homenaje que brinda al cine con su nueva película es absolutamente magistral, enternecedor y único. Los personajes, la fotografía, la banda sonora y, sobretodo, la dirección te teletransportan a una época en la que el cine era uno de los bienes más preciados de la sociedad y se cuidaba al máximo.
Un gran ejemplo del homenaje de del Toro al cine es el lugar en el cual vive Elisa, la protagonista del film: Un pequeño apartamento situado encima de un cine. Otra alabanza necesaria para el film es el uso mínimo de efectos especiales en la creación del «hombre anfibio», el cual contiene más maquillaje que CGI, lo que provoca un mayor realismo para todo aquél que sea consciente del tipo de film que está viendo.
La forma del agua se estrenó en el pasado Festival de Venecia cosechando estupendas críticas, logrando alzarse con el León de oro y convirtiéndose en una de las grandes favoritas para la carrera de premios. La crítica alabó la estupenda labor de su entregado reparto y la estética de la película, muy en la línea del estilo tan particular de Guillermo del Toro. Todas estas alabanzas no hacían más que provocar el interés de los más susceptibles al cine de del Toro y el increscendo hype de sus fans más acérrimos. Pues bien, La forma del agua es, sin duda alguna, una obra maestra y, probablemente, la mejor película del mexicano.
En primer lugar, la labor de Guillermo del Toro en la dirección es incuestionable, no tiene fallos y aporta a la película un dinamismo que eleva la calidad de toda la cinta; aparte, del Toro también firma el guión en colaboración de Vanessa Taylor, confeccionando unos diálogos que te dejan sin palabras.
Por lo que respecta al reparto, la protagonista indiscutible del film, Elisa (interpretada por una magnética y perfecta Sally Hawkins), es uno de los personajes del año, tanto por la labor de Hawkins cómo por su complejidad. El resto del reparto es también una delicia: Richard Jenkins, Octavia Spencer y Michael Stuhlbarg son los complementos perfectos para Hawkins, aunque en ningún momento dan sensación de ser meros complementos, siendo interesantes personajes maravillosamente interpretados.
Los espectadores han dividido sus opiniones respeto a cada uno de los personajes, pero si hay uno que es imposible de cuestionar es el papel del polifacético Michael Shannon, el cual interpreta al villano del film, un despiadado coronel del ejercito americano que hará cualquier cosa hasta lograr sus objetivos. Sencillamente espectacular la labor de este reparto, siendo, junto a Tres anuncios en las afueras, el mejor del año.
Todos los aspectos que rodean la producción acentúan la calidad del film, en especial la banda sonora de Alexandre Desplat (absolutamente mágica) y la fotografía de Dan Laustsen (preciosa).
En conclusión, La forma del agua es una de las mejores películas del año y la gran obra maestra de Guillermo del Toro, uno de esos directores por los que merece la pena seguir creyendo en el cine.