Daredevil ha sido una de las series que más expectación han levantado en el recién acabado 2015 y que nos trajo uno de los grandes duelos de la temporada televisiva, el protagonizado por Daredevil y Kingpin.
Ni que decir tiene que gran parte del éxito de esta serie, una producción de Netflix y Marvel, es gracias a la elección tanto del protagonista como del antagonista. También acompañan unos secundarios que saben estar a la altura, unos guiones muy bien elaborados y una fotografía que capta a la perfección la decadencia y el caos que sufre Hell’s Kitchen (barrio neoyorkino donde se desarrolla la acción) debido a la mafia que opera en ella. Una cosa que las diferencia de otras producciones de Marvel son sus tintes policíacos, aunque eso ya lo saben los marvelianos. Para los que no lo saben decir que cada personaje marvel se mueve en un género diferente. Así pues Daredevil se movería en el género de drama policíaco, Capitán América en el bélico o Thor en el mundo mitológico.
Para los que no hayan visto la serie, este texto contiene algunos spoilers sobre la trama principal.
El actor elegido para dar vida a Matt Murdock/Daredevil fue Charlie Cox (Londres, 1982). A Cox lo hemos podido ver protagonizando películas como Stardust (Matthew Vaughn, 2007) o en series tan famosas como Boardwalk Empire interpretando a un inmigrante irlandés.
La dificultad de interpretar a este personaje radica en la ceguera que este padece. Pero Charlie consigue hacernos creer que está realmente ciego en unas tomas en las que hace dudar al espectador que no sepa que este actor en realidad ve. Charlie interpreta a un joven abogado llamado Matt Murdock. Murdock es criado por su padre, el boxeador John »Batallador» Murdock, ya que su madre lo abandonó al nacer. La infancia de Murdock está marcada por un accidente que le hace perder la vista y la muerte de su padre, asesinado por la mafia, que le hace tener que pasar el resto de su infancia en un orfanato. Allí conoce a un hombre que se hace llamar »Stick», que lo entrena para que luche contra el mal que se cierne sobre »Hell’s Kitchen». Cuando termina sus estudios de abogacía y después de terminar sus prácticas en un importante buffet, Murdock decide abrir su propio bufete junto con su compañero y amigo Franklin »Foggy» Nelson. También empezará a llevar una doble vida luchando contra las distintas mafias y corporaciones que intentan enriquecerse a costa del sufrimiento ajeno.

Una de estas corporaciones la controla el misterioso Wilson Fisk, papel que interpreta un genial Vincent D’Onofrio (Nueva York, 1959). D’Onofrio ha interpretado papeles en cintas tan conocidas como La Chaqueta Metálica (Stanley Kubrick, 1987), en la que daba vida al soldado »Patoso», o en series como Ley y Orden: Acción Criminal.
En esta ocasión consigue bordar su papel como Wilson Fisk, un magnate que hará todo lo posible para cambiar Hell’s Kitchen usando métodos nada ortodoxos. Tuvo una infancia marcada por las palizas y burlas de su padre, un hombre autoritario que tenía deudas con la mafia, y al que finalmente mató con sus propias manos. Después de marcharse de Hell’s Kitchen vuelve convertido en un adinerado filántropo dispuesto a lo que sea para convertir el lugar en el que se crió en su pequeño reino, el cual intentará cambiar negociando con las bandas rivales, políticos y policía que caminan en este peligroso barrio.
Este antagonista muestra muchos matices, entre los más destacados está el sentimiento de soledad que lo rodea en cada escena. La gran galería de expresiones de la que dota Vincent D’Onofrio a Fisk es bastante acertada, sin caer en la sobreactuación, y nos muestra el lado más humano de un villano aparentemente sin escrúpulos.

En este contexto se produce un choque entre Murdock y Fisk. Murdock, tanto en su papel como abogado como en el de justiciero nocturno, se enfrentará a diversas organizaciones para descubrir quién es el cabecilla que los maneja a todos. Murdock se enfrentará también a una lucha interna para saber hasta dónde sería capaz de llegar por defender sus creencias y no sabe realmente por donde se mueve en esa línea imaginaria entre el bien o el mal. Fisk, por el contrario, se centra en la búsqueda de este justiciero nocturno que intenta por todos los medios terminar con su proyecto. Cada decisión que tomen estarán poniendo en peligro sus vidas y las vidas de los que lo rodean, algo muy valioso para ambos.
La riqueza de esta relación Matt Murdock/Daredevil y Wilson Fisk/Kingpin radica, sobre todo, en lo cerca que se encuentran el uno del otro. Ambos contendientes muestran una meta idéntica, pero el camino elegido lo tendrán que determinar a medida que se suceden los actos. Una lucha entre el bien y el mal, pero con matices.
La segunda temporada de esta serie, creada por Drew Goddard, se estrenará en el 2016. Desde Noticias en Serie ya adelantamos el trailer de la segunda temporada de Daredevil, que contará con nuevos personajes que seguro harán aún más atractiva a esta serie.