Crítica de The Program (2015)

Program
The Program:  Duración: 103 minutos |Director: Stephen Frears | Guión: John Hodge | Música: Alex Heffes | Fotografía: Danny Cohen | Reparto: Ben Foster, Chris O’Dowd, Jesse Plemons, Guillaume Canet, Lee Pace, Dustin Hoffman, Denis Ménochet, Elaine Cassidi | Productora:Working Title Films y StudioCanal

The program es una película autobiográfica que, en forma de falso documental, navega adentrándose en los acontecimientos mas oscuros de la vida de Lance Armstrong, héroe por un tiempo, convirtiéndose en el mejor deportista de la historia tras superar un cáncer, villano para la eternidad, por cimentar sus éxitos sobre el tenebroso espectro del dopaje.

La sinceridad, la corrección y las buenas formas son las bases sobre las que Stephen Frears, director del film, construye una película llena de mordiente ironía, la cual se hace visible a través de unos personajes completamente sarcásticos, cuyo mayor exponente son esos tintes humorísticos que les rodean a dicho buscando pinchar en hueso. Estas características son la base principal sobre la que se levanta The Program, un film atrayente, impactante, divertido y quizá con un mensaje algo derrotista (si no estás hecho para ganar, ni lo intentes) tanto con el deporte como con la vida en general.

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Es muy curioso como John Hodge, guionista de la película, construye su adaptación de la autobiografía de Lance Armostrong en The Program en dos bloques perfectamente diferenciados. Estos bloques no hacen más que dar forma de una manera muy visible a las dos vidas que, simultáneamente, llevaba su protagonista. Por un lado el Lance volcado con su asociación de ayuda contra el cáncer, y por otro el Armstrong oscuro, aquel que justifica los medios para llegar a la victoria como fin. De esta manera se consigue no dinamitar por completo la imagen y figura de su protagonista.

Sin embargo, si algo aporta a la película esa identidad que te permite sentir que estas presenciando la historia en vivo es la actuación de Ben Foster. Ben realiza la mejor actuación de su carrera interpretando a este polémico ciclista ganador de siete tours, pero con marcas en los brazos, cuya personalidad desbordaba a todo aquel que se atreviese a compartir espacio con él. Una actuación de bandera que permite grabar el nombre de Ben Foster en nuestra memoria deseando que su carrera de el salto y lo podamos disfrutar en más títulos como protagonista. Para apoyar su actuación Ben cuenta con dos grandes aliados: en primer lugar con unos compañeros de primer nivel entre los que destacan los papeles de Chris O’Dowd, interpretando a ese periodista que busca constantemente tres pies al gato,  Denis Ménochet, ese jefe de equipo capaz de todo por ayudar a Lance y Dustin Hoffman, con un pequeño papel como jefe del personaje de Chris O’Dowd. En segundo lugar la caracterización, hace que cuando miramos a Foster veamos a Armstrong, aportando una veracidad a la película que hará olvidar que estamos ante ella.

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Foto comparativa donde podemos apreciar el enorme parecido entre Ben Foster y Lance Armstrong.

Otro de los aspectos a destacar de The Program es el trabajo realizado por Danny Cohen, su director de fotografía, ya que lejos de mostrarnos una realidad de manera sencilla, rasgo diferenciador de las películas documentales, busca en todo momento la estética. Gracias a esta búsqueda, Danny aporta a la película unos planos con una gran profundidad y buena potencia  visual, consiguiendo que el sentido de la vista del espectador se sienta agradecido ante las imágenes que en ella se le ofrecen. Como claro ejemplo de esta búsqueda la gran cantidad de planos aberrados que se pueden contemplar a lo largo de la película. Lo mismo sucede con la música que Alex Heffes incluye en el film, aportando con sus letras su pequeño granito de arena a ese humor irónico que comentábamos con anterioridad.

Por todo esto The Program es una excelente película en forma de falso documental muy recomendable para todo aquel que guste de conocer la historia de como un deportista llegó a la cima, para después caer estrepitosamente en la mayor de las vergüenzas. Todos los fans del ciclismo, que alrededor del mundo son muchos, tienen una cita concertada el 24 de junio de 2016 con su cine favorito para verla. Y para todos aquellos que disfrutan de un cine más de autor, más biográfico y más profundo deberían grabar también esa fecha en su memoria, por que disfrutarán de una agradable tarde en su butaca frente a la gran pantalla.

Para ir abriendo boca os dejo aquí el tráiler de la película: