El Libro de la Selva: | Año: 2016 | Duración: 105 | País: Estados Unidos | Director: Jon Favreau | Guión: Justin Marks | Música: John Debney | Fotografía: Bill Pope | Reparto: Neel Sethi, Bill Murray, Ben Kingsley, Idirs Elba, Lupita Nyong’o, Scarlett Johansson, Giancarlo Esposito, Christopher Walken y Garry Shandling | Productora: Walt Diney Pictures. | Sinopsis: Mowgli, un niño al que cría una manada de lobos en la selva, y que se embarca en un fascinante viaje de autodescubrimiento cuando se ve obligado a abandonar su hogar por la amenaza de Shere Khan, un tigre que amenaza con destruir a toda su familia si no le entregan al muchacho.
A todos se nos dibujó una sonrisa cuando descubrimos la noticia de que Walt Disney pretendía regalarnos un nuevo viaje al centro de la selva con la mejor compañía, y es que nuestros personajes favoritos volvían para hacernos sentir todas aquellas sensaciones que creíamos olvidadas, redescubriendo, al son que marcan aquellas inolvidables canciones, ese mundo que esconde maravillas y peligros por doquier. Hablamos de El Libro de la Selva.
Aunque no todo iban a ser sonrisas y felicidad, los recelos también hicieron su aparición en los fans más conservadores y es que nunca es un trabajo sencillo el versionar una historia, tan famosa y tan amada, que ha unido a generaciones en su veneración.
Sin embargo, en esta ocasión se nota la admiración y el cariño con el que Jon Favreau y Justin Marks han tomado cada decisión en la ejecución de esta difícil tarea, y es que tanto el director como el guionista han sido los principales culpables de que el producto final consiga ser sorprendente e innovador, pero sin perder la esencia de aquella animación que todos recordamos. Sirviendo, de esta manera, para embobar a los crecidos seguidores de la película original y, además enganchar a esas nuevas generaciones que o no la conocían o les era muy lejana. Siendo muy destacable el trabajo realizado en la construcción de personajes, siendo totalmente identificables con los originales a pesar del cambio de aspecto que sufren.
Si es reseñable el trabajo en la dirección de Jon Favreau y el de Justin Marks como guionista, hay que hacer una mención especial al tratamiento de imagen realizado por el equipo dirigido por Bill Pope. Y es que, gracias a este equipo nos encontramos con una selva que deleitará nuestro sentido de la vista a la vez que torturará nuestros nervios llevándolos al extremo, ya que tanto personajes como escenarios aparecen envolviendo al espectador en un mundo amenazador y encantador a partes iguales. Incluso en alguna que otra ocasión el espectador pegará algún que otro bote sobre su asiento al ser asustado por el temible Shere Khan. Mención especial para el diseño de personajes como Baguira, Baloo y sobretodo el rey Louie. El resultado es una fotografía preciosista.
Si normalmente los cinéfilos recomiendan ver las películas en versión original, en esta ocasión es mucho más recomendable ya que,cuenta con las carismáticas voces de actores de la talla y el prestigio de Bil Murray, Scarlett Johansson, Idris Elba o Lupita Nyong’o. Con ésto no quiero desmerecer el inmenso trabajo realizado por los dobladores españoles, que son de los mejores del mundo, quienes respetan totalmente a los personajes y les aportan su toque, si no simplemente decir que estos no cuentan con el reconocimiento y la fama de los originales americanos.
Por último pero no menos importante nos queda el apartado sonoro, el cual en esta película obtiene un papel fundamental tanto para la ambientación, como para el reconocimiento de esos temas que nos llevan acompañando desde nuestra infancia. Y es que si la fotografía decíamos que nos deleitaba el sentido de la vista, el sonido hará lo mismo con nuestro oído. Aunque obviamente donde mas disfrutaremos será cantando esas canciones que tanto nos gustan.
Por todo ésto y mucho más esta es una película para disfrutar en familia o entre amigos recordando tiempos que siempre serán mejores donde los visionados de la original eran constantes, mientras merendabas tu sándwich de crema de cacao, avellanas y azucar, con tu zumo en una mano y tu muñeco favorito en la mano. Momento privilegiado para todos aquellos que quieran llevar a sus hijos al cine y enseñarles a todos esos amados, y no tan amados personajes, de su infancia.