The Handmaiden | Año: 2016 | Dirección: Park Chan-wook | Guión: Park Chan-wook, Jung seo-Kyung ( Novela: Sarah Waters) | Fotografía: Chung-hoon Chung | Productoras: Moho Film-Yong Film| Música: Cho Young-Wuk | Montaje: Jae-Bum Kim y Sang-beom Kim | Vestuario: Sang-gyeong| Reparto: Ha Jung-woo, Kim Min-hee, Jo Jin-woong, Kim Tae-ri, Moon So-ri, Kim Hae-suk | Género: Thriller, Drama, Romance | Duración: 145 min.
La historia de The Handmaiden (La Doncella) está basada en hechos reales pero los nombres de los personajes se han cambiado por razones que descubriréis. Está basada en una novela de Sarah Waters y fue convertida en serie hace unos diez años por la BBC.

The Handmaiden está llena de erotismo, manipulación, sadismo, machismo, lesbianismo, amor, ternura, violencia y mucho más que tendréis que descubrir conforme pasen los minutos y añadir a estos calificativos. La película es larga pero tantos minutos son necesarios para conformar todo la historia montada por los guionistas.
Cuando entiendes que la historia ha llegado a su fin ves con perplejidad que sigue y es esta parte final la que coloca la guinda del pastel a toda la historia.

El director es Park Chan-wook. Por todos es conocido por ser el artífice de Old Boy, la película ganadora del premio del Jurado allá por 2004 en el Festival de Cannes. Esta película me impresionó y no se me olvida cuando tengo que hacer referencia a mis películas preferidas. Con The Handmaiden pasa lo mismo, el final es tan interesante y emocionante que notas como el director hipnotiza todo el tiempo al espectador para que no vea lo que realmente va a ocurrir. Es lo que me pasó a mí, peco de ingenua y eso me lleva a disfrutar más si cabe de este tipo de tramas y ese saber hacer del director. Es una fábula de engaños y una adición visual.
Visualmente The Handmaiden me ha parecido una maravilla. Los paisajes, el vestuario, los peinados, el maquillaje, el papel pintado de las paredes, definitivamente todo, me rindo a sus pies.

La fotografía impecable, trasladando verdaderos cuadros a la pantalla. Colores preciosos, luces acertadas para acentuar todo el erotismo de la historia.
Tengo una pequeña pega que a lo mejor no la he sabido interpretar, he observado la abundancia de la piel desnuda de las protagonistas pero no he visto nada de la desnudez masculina, no sé si ha sido a propósito y está dentro de la historia, voy a creer que ha sido eso y no voy a ser mal pensada.

Os encontraréis con escenas de sexo muy explícitas y bonitas para mi gusto sin llegar a ser escandalosas, es sutil, suave y meticuloso.

Vamos al lío, que me he emocionado contando las bondades que he descubierto en la historia pero no he contado de que va. En la Corea ocupada por los japoneses de los años treinta, una joven y bella mujer llamada Sookee (Kim Tae-ri), es contratada como criada en una enorme casa propiedad de un gran coleccionista japones de libros (Cho Jin-woong). Lady Hideko (Kim Min-hee) es la sobrina de la difunta esposa del coleccionista.
Fujiwara (Ha Jung-woo) es un estafador con gran encanto, coreano de nacimiento y pobre. Fujiwara se ha reinventado como conde japones bien vestido y conectado. Sookee es la cómplice de Fujiwara para intentar convencer a Lady Hideko que se case con el falso conde y así robarle su fortuna.

Pero conforme Sookee comienza a conocer a Hideko empiezan a florecer sentimientos intensos entre ambas mujeres, este hecho es fundamental para toda la trama de la historia.
Para mi un rasgo destacable de la historia es la sumisión que las mujeres de aquella época debían a los hombres. De como no eran libres de pensar ni decidir sobre sus vidas y menos de su dinero. Como en todas las épocas se ha sacado provecho tanto del cuerpo, trabajo y cualidades femeninas para enriquecer la avaricia de determinados hombres.