Año: 2013 | Duración: 82 minutos | Director: Steven Knight | Guión: Steven Knight | Música: Dickon Hinchliffe | Fotografía: Haris Zambarloukos | Reparto: Tom Hardy, Olivia Colman, Ruth Wilson, Andrew Scott, Ben Daniels,
Ivan Locke vivirá el viaje mas tortuoso de toda su vida. Un viaje que cambiará por completo su vida, dejándola completamente patas arriba al trastocar todo aquello que creía mantener asegurado en la misma.
Afrontar esta película supone un acto de fe para el espectador, ya que estoy seguro de que en cuanto leáis que esta rodada exclusivamente en un coche y que el reparto se reduce a un solo actor vuestra reacción inmediata será dejar de leer y pasar a otra recomendación. Pero esta es la gran virtud de Locke ya que consigue transmitir en todo momento los sentimientos del protagonista obligando al espectador a enfatizar por completo con él, lo que sin duda es un importante atractivo a la hora de afrontar su visionado.
Otro de los atractivos del film es ver como se discrimina el canal vídeo en favor del canal audio, el cual soporta todo el peso de la trama. De esta manera todo lo «importante» sucede fuera del campo de visión del espectador, lo que supone un interesante ejercicio de imaginación por parte del mismo, que se siente como un intruso en la vida del protagonista. Ese juego trasciende aún mas allá cuando Locke propone que aunque todo sucede delante de ti y eres capaz de sentirlo, no lo puedes ver.
Por supuesto si Locke consigue ser un buen producto cinematográfico es gracias a la figura de Tom Hardy, uno de esos actores que dejas que te sorprendan una y otra vez con sus actuaciones. En esta ocasión interpreta a Ivan Locke un jefe de obra cuya vida se desmorona al enterarse de que va a tener un hijo no deseado con otra mujer. De nuevo Hardy consigue, en el que seguramente sea uno de sus papeles mas complicados, que sufras en todo momento con los aconteceres que rodean a su personaje, siendo capaz de contar una historia solo con los gestos de su rostro. El resultado una nueva actuación memorable de Tom Hardy.
En el apartado mas técnico esta es una película que hace de la sencillez su bandera. Sin embargo vuelve a ser muy interesante como su director Steven Knight soluciona la difícil tarea de crear un producto audiovisual con tan solo un personaje y un escenario.
Por último cabe hacer una mención al guión. Es la fuerza sobre la que se sustenta Locke. En cada escena, en cada llamada se puede apreciar lo minuciosamente bien construido que está, con que mimo cuida cada detalle y la perfecta construcción y elaboración a la que ha sido sometida su personaje.
Por todo ello Locke es una de esas películas que aunque, a priori, puede no parecer para nada atractiva es importante darle la posibilidad de que te engulla en su historia. Si lo haces puede sorprenderte y hacerte pasar buenos momentos durante su visionado. Y por supuesto, si eres fan de Tom Hardy no te puedes perder este personaje, ya que es sin duda una de sus mejores actuaciones.