Título: El Cuento de la Criada | Dirección: Reed Morano, Mike Barker, Kate Dennis, Florida Sigismondi, Kari Skogland | Guión: Bruce Miller, Ilene Chaiken ( Novela: Margaret Atwood) | Música: Adam Taylor | Fotografía: Colin Watkinson | Reparto: Elisabeth Moss, Joseph Fiennes, Max Minghella, Yvonne Strahovski, Alexis Bledel, Jordana Blake, O.T. Fagbenle, Samira Wiley, Amanda Brugel, Edie Inksetter, Meghan Allen, Madeline Brewer, Jim Cummings, Simon Northwood, Ann Dowd, Gary Si-Jo Foo, Grace Munro | Productora: MGM televisión /Hulu | Género: Serie TV, Ficción, Distopía
En el Cuento de la Criada volví a comprobar que la realidad siempre va a superar la ficción porque esta historia nos traslada a una sociedad distópica donde se ha instalado una dictadura fundamentalista y un grupo de mujeres son utilizadas para un determinado trabajo.

Tras el asesinato del presidente de los Estados Unidos y la mayoría del Congreso, se instaura un régimen dictatorial con unos estrictos valores puritanos. Estados Unidos pasa a llamarse República de Gilead. Los valores actuales quedan atrás, las mujeres son relegadas a un segundo plano siendo su labor reproducirse porque hay un problema con la fertilidad.
El cuerpo de la mujer es la única frontera que el heteropatriarcado no ha conseguido todavía conquistar. Aquí en la serie lo han machacado y utilizado de forma impresionante y, cuando nos trasladamos a la vida real, vemos como políticos de buena posición y dinero quieren rebasar ese límite y convertir a otras mujeres en simples úteros que serán utilizados para perpetuar sus genes.

La historia esta perfectamente cuidada para que en todo momento pensemos y volvamos a pensar. Cuando el gobierno es derrocado empiezan los pequeños cambios que producen verdaderos dramas. Una de las primeras medidas que practican es bloquear las cuentas bancarias de las mujeres: las dejan sin recursos para que se conviertan en un blanco fácil de dominar. ¿Os resulta familiar? Seré yo pero a mí todo, todo me resulta muy familiar y me pone la piel de gallina.
El Cuento de la Criada, vemos como un régimen autoritario se asegura el poder absoluto y sin tener que producirse actos violentos. Van introduciendo una serie de sucesivos cambios, cada uno ligeramente peor que el anterior, y sin oposición van creando unas condiciones propicias para la caída de la sociedad tal y como la conocemos.

Me ha llamado mucho la atención como el vestuario es determinante en la historia: la clase está identificada con su color y todo el vestuario es el mismo para que no quepa duda ni haya error. Los gorros de las criadas están hechos para que la dirección de la mirada se dirija hacia delante o para abajo, todo muy cuidado para que realmente nos metamos de lleno en la historia.
Comprendo a las personas que les gusten la series de ciencia ficción donde se nos retratan otros mundos, mundos que por otro lado son fantásticos y pocos realistas y así nuestra imaginación puede fluir sin barreras. Pero en la serie de El Cuento de la Criada nos encontramos frente a frente con un posible mundo no muy lejano y ésto para muchas personas les será difícil de digerir. Además, les hará pensar y, para un rato que están tranquilas, puede que algunos espectadores no les interese sentarse delante de una historia que te remueva el alma. Es más sencillo dejarse llevar y evadirse de un día duro.

El reparto hace honor a la historia y cabe destacar a Moss que se establece como una de las mejores actrices dramáticas de la televisión en estos momentos. En la serie vemos como la expresión facial es muy importante para transmitir todo lo que lleva dentro, pequeños movimientos de ojos, lágrimas reprimidas… haciendo que nos emocione.
Lo mejor: Toda la historia, pone a debate el fundamentalismo religioso, la libertad de las mujeres, los derechos reproductivos de las mujeres y la degradación ambiental que hemos causado.
Lo peor: Que aunque es ficción estuve toda la serie haciendo comparaciones con la realidad viendo cada similitud de nuestro día a día y acababa con un sentimiento de desánimo enorme.