[SIN SPOILERS] Javier Fesser vuelve a las pantallas españolas con la película española más taquillera del año. Campeones (2018) es un ejercicio de incorrección política tan necesario como divertido.
Título: Campeones | Dirección: Javier Fesser | Guión: Javier Fesser y David Marqués | Reparto: Javier Gutiérrez, Juan Margallo, Athenea Mata, Luisa Gavasa, Daniel Freire y Itziar Castro | Fotografía: Chechu Graf | Montaje: Javier Fesser | Música: Rafael Arnau | Producción: Luis Manso, Álvaro Longoria y Gabriel Arias-Salgado
Marco, un entrenador de baloncesto en paro con problemas personales, se ve obligado a entrenar un equipo de personas con discapacidad intelectual.
La corrección política es uno de los elementos más irritantes que tiene nuestra sociedad actual. La capacidad que hemos tenido los humanos de reírnos de los temas más peliagudos y tabús nos han traído algunas de las grandes obras maestras de la comedia, como son el caso de la desternillante Borat (2006) o la inigualable La vida de Brian (1979).
El humor negro y la incorrección política deben ser piedras angulares en cualquier sociedad; solo riéndonos de las cosas malas de la vida podemos quitarnos el miedo que tenemos hacia ellas. Esta lección de vida tiene muchos practicantes, y Javier Fesser es uno de los mejores.
En una sociedad en la que las redes sociales están repletas de moralismo y corrección política, películas como Campeones siempre triunfan. Y este caso no ha sido una excepción.
Para esta necesaria película, Fesser cuenta con uno de los mejores actores que tenemos en nuestro país: el siempre creíble Javier Gutiérrez. El polifacético actor dos veces ganador del Goya viene de cerrar un año casi perfecto (El autor (2017) o la serie Vergüenza (2017) son dos buenas pruebas de ello), y parece que va a seguir con su buen estado de forma por mucho tiempo.
Para rodear a Gutiérrez, Fesser cuenta con un reparto absolutamente demoledor con actores con discapacidad intelectual; esta decisión no es sólo acertada, sino que es una de las razones por las que Campeones es tan única. Todos los integrantes del equipo de baloncesto se lucen en mayor o en menor medida, pero sorprenden con interpretaciones reales y conmovedoras.
La historia que se nos presenta es bastante previsible y típica, pero el riesgo que presenta Fesser en muchas de las cómicas escenas y su mensaje son suficientes argumentos como para hacer de Campeones un éxito. Algunas de las escenas más graciosas y humanas del año conviven en esta película, mientras que las escenas emotivas que aparecen en el film, lastimosamente, no cumplen su cometido.
En una película como Campeones, la emotividad debe ser algo capital e imprescindible, pero la incesante y cargante banda sonora desaprovecha estas escenas. El uso exagerado de este elemento en la narración te saca constantemente de la película; los espectadores sabemos cuando hay una escena triste, no hace falta que la banda sonora lo remarque tanto. Eso sí, este inconveniente no supone, ni mucho menos, el fracaso de Campeones, simplemente es una mota de polvo en medio de una película muy digna.
Aparte de las actuaciones y el gran trabajo de Fesser, hay un elemento en la película que es el verdadero triunfo de Campeones: la incorrección política. En una época en la que es tan complicado hacer humor negro y reírse de las adversidades de la vida, Fesser ha creado una película que normaliza la discapacidad intelectual a través de un humor ácido y muy necesario.
Más humor, más Campeones, menos moralismo. El humor es un arma, utilicémosla.