[SIN SPOILERS] El cine de explotación parecía un género muerto que no volvería nunca más a las salas de cine… Hasta que llegó S. Craig Zahler. Brawl in cell block 99 (2017) llega directamente en formato doméstico a España con el objetivo de causar el mismo impacto que la convirtió en una de las películas más alabadas del Festival de Sitges 2017.
Título: Brawl in cell block 99 | Dirección: S. Craig Zahler | Guión: S. Craig Zahler | Reparto: Vince Vaughn, Jennifer Carpenter, Udo Kier, Don Johnson, Tom Guiry y Marc Blucas | Fotografía: Benji Bakshi | Montaje: Greg D’Auria | Música: Jeff Herriott y S. Craig Zahler | Producción: Jack Heller y Dallas Sonnier
Bradley Thomas es un ex-boxeador en paro que decide dar un giro a su malograda vida a través de trabajar para un amigo suyo, Gil.
S. Craig Zahler es uno de los directores más prometedores, únicos y personales del mundo. Su brillante ópera prima Bone Tomahawk (2016) impactó a medio mundo con algunas de las escenas más inolvidables que nos ha regalado el cine en los últimos años. Con su alabada ópera prima, Zahler ya dio muestras del talentoso director que quiere mostrar al mundo, y estas muestras se han acrecentado con su nueva película: Brawl in cell block 99.
Brawl in cell block 99 es una película tan especial que es mejor ir a verla sabiendo lo mínimo. Lo única que es esta película en un panorama como el actual merece toda la admiración posible: No solo es un film magistral lleno de momentos que no olvidarás en tu vida, sino que no hay ninguna cinta con la que se pueda comparar en esta década. Violento y con un humor negrísimo, Zahler da un golpe en la mesa brutal con su nueva maravillosa cinta.
Para empezar, Brawl in cell block 99 presenta la misma estructura que Bone Tomahawk: 2 horas de película fraccionadas en dos segmentos. Por un lado, la primera hora y media, la cual es una demostración de humor negro y agudeza increíble; este primer segmento tiene una peculiaridad que contrasta sobremanera con el segundo: Una calma para mostrarnos actos cotidianos que puede llegar a resultar irritante (en el buen sentido). Esta cualidad es bastante criticada por la posible pérdida de atención del espectador medio. Si no conectas con estas dos películas desde un principio, es muy complicado que te gusten.
Las segundas partes con las que se dividen sus obras están cargadas de violencia y escenas inolvidables, mostrando a un Zahler mucho más salvaje y desatado. Hay quienes consideran a estas segundas partes como una recompensa por la paciencia recibida durante el primer segmento, pero, ciertamente, es una demostración de control sobre los contrastes único: las dos partes son tan diferentes entre sí que en manos de cualquier otro director el proyecto hubiese fracasado, pero Zahler tiene tan claro lo que quiere contar que no se entienden estas partes por separado, deben ir juntas.
Por un lado está el magnífico trabajo de Zahler, pero el otro elemento que hacen de esta película algo inolvidable es su protagonista, Vince Vaughn. El habitual actor de películas de comedia inofensivas con Ben Stiller y Owen Wilson se pasa a la acción más salvaje con su Bradley Thomas, un hombre lleno de ira contenida que puede explotar en cualquier momento. Sus cualidades físicas y su buen hacer interpretativo convierten a Bradley en un personaje tan personal como especial. De esos que justifican una película entera.
Respecto al reparto de Brawl in cell block 99, nombres tan conocidos y olvidados como Don Johnson o Udo Kier interpretan a personajes tan interesantes como implacables, muy en la línea del de Vaughn. Otros actores menos conocidos como Jennifer Carpenter o Marc Blucas interpretan con suma solvencia sus roles secundarios.
Como en Bone Tomahawk, Brawl in cell block 99 cuenta con un buen puñado de escenas absolutamente indescriptibles. Los violentos momentos pertenecientes a la última media hora harán las delicias de todo aficionado al género gore, creando escenas con una dirección tan estática como efectiva. En una época en la cual los directores tienden a sobrecargar las escenas de acción a través de dinámicos movimientos de cámara, se agradecen películas así, mucho más sobrias; no hace falta utilizar mil planos para rodar una pelea, tan solo hace falta saber donde colocarlos.
Brawl in cell block 99 es una de las grandes joyas del año pasado que, lastimosamente, han llegado a España en formato doméstico. El poco interés que suscitan cintas de este estilo es un hecho muy negativo para la comunidad cinéfila, la cual espera con expectación los nuevos lanzamientos de los directores más desconocidos y prometedores.
Cuando uno ve una película de S. Craig Zahler le viene a la mente un aroma familiar, como si Zahler estuviese influenciado por otro director mucho más reconocido. La evidente influencia de Zahler se puede apreciar a través del humor negro y la violencia, las cuales son dos señas de identidad del director que más ha influido a Zahler. Nos referimos, como no puede ser de otra manera, a Quentin Tarantino.
El asombroso talento que tiene Zahler para dejar su huella en cada película que realiza es la tónica habitual del director de grandes obras maestras como The hateful eight (2015) o Pulp Fiction (1994). Incluso podríamos decir que algunas escenas parecen sacadas del cine de Tarantino. Para los que conocemos a Zahler y su poderoso estilo, nos parece un director con un increíble potencial; pero nos atrevemos a ir más haya: Zahler es el nuevo Tarantino.
De entrada, este mismo año estrena nueva película, Dragged Across Concrete (2018), la cual estará protagonizada por Mel Gibson y, nuevamente, Vince Vaughn. La nueva película de Zahler contará, por segunda vez consecutiva, con Udo Kier, Don Johnson y Jennifer Carpenter; parece que los actores que trabajan con Zahler, repiten.
En definitiva, Brawl in cell block 99 es una de las películas más salvajes y brutales de los últimos años, confirmando a Zahler como uno de los directores más talentosos y prometedores del mundo. Nunca un descenso al infierno había sido tan divertido e inolvidable.