Blade Runner 2049 se estrenó hace dos semanas en todo el mundo. ¿Habrá sido un éxito?
Ridley Scott consiguió en 1982 rodar una de las mayores obras maestras de la historia del cine, pero en esa época aún no lo sabían. El film protagonizado por Harrison Ford obtuvo una tibia respuesta por parte de la crítica en el año de su estreno; pero el paso de los años le sentó muy bien, nombrándola como una obra adelantada a su tiempo. Todos estos hechos hicieron que sus fans más acérrimos se mostraran reacios ante un anuncio sorprendente. Una secuela situada 30 años después de la obra original: Blade Runner 2049.
En plena época de blockbusters y remakes innecesarios, Blade Runner 2049 parecía destinada a pasar sin pena ni gloria; hasta que se anunció que Denis Villeneuve iba a ser su director. El director canadiense es uno de los realizadores más personales y mejor valorados del momento, gracias a títulos como Prisoners o Arrival. Ridley Scott ejercería como productor ejecutivo.
A medida que la pre-producción se iba desarrollando se unieron al elenco del film un gran número de interpretes respetados. Robin Wright, Jared Leto o un excelente Ryan Gosling, que vuelve a interpretar a un personaje solitario y frío, fueron algunos de ellos. Especial mención merece Harrison Ford, que vuelve a retomar el papel de Rick Deckard.
Desde su estreno el pasado 6 de octubre, Blade Runner 2049 ha recibido críticas desde polos muy opuestos; algunos medios aseguran que estamos delante de una obra maestra de la ciencia ficción; otros que es una película decepcionante y larga, pero los fans de la original pueden respirar tranquilos; con un 89% de aprobación en Rotten Tomatoes, Villeneuve ha creado una película solida que no dejará indiferente a nadie.

Con una duración, probablemente, exagerada, Blade Runner 2049 parecía que tenía demasiados elementos que se cumplen en las últimas continuaciones de películas clásicas: estar ambientada X años después de la original, regreso de antiguos conocidos de la primera parte, el director de la original ejerciendo como productor ejecutivo o duración desproporcionada. Pero todos estos elementos juegan a favor de Villeneuve.
Todo en la película funciona, desde la épica música de Hans Zimmer (quien esta cuajando un año para la historia); hasta la hipnótica fotografía de Roger Deakins, quien, parece, después de 14 candidaturas por fin podrá llevarse el Oscar a la Mejor Fotografía. Todo el elenco esta de notable, pero el que sobresale por encima de todos es uno de los actores del momento: Ryan Gosling. Su K es un personaje tan complejo y único que hará olvidar al mismimo Harrison Ford.
Este es uno de los mayores aciertos del film: Hacer del personaje de Gosling un protagonista tan diferente al que fue Rick Deckard en la Blade Runner original. La duración del film (165 minutos), podría suponer un punto en contra de los espectadores más ansiosos e impacientes, pero a los que consigan acceder a la película y meterse de lleno en la historia, se les hará corta.
En definitiva, nos encontramos ante una de las mejores películas del año; pero, sobretodo, nos encontramos ante la confirmación de Denis Villeneuve como uno de los directores más imprescindibles del momento.