El cine se ha encargado de mostrar diferentes aspectos psicológicos del ser humano (vale, no soy psicólogo) y ha intentado plasmar diferentes acciones en distintas situaciones (vale, las pelis de Mario Casas no cuentan). Una de ellas es el asesinato, cosa que conlleva en una buena película ha mostrarnos cómo llega el individuo (o individuos) a llegar a esa situación.
Atención SPOILERS
Es por ello que he tomado varios ejemplos de algunas películas para ver los diferentes puntos de vista que se le da a distintos personajes y las razones que lo impulsan a tomar un comportamiento tachado de irracional: el asesinato, aunque quizás más racional de lo que aparenta.
Match Point (Woody Allen, 2005)
Uno de esos casos para analizar es el que sufre el personaje de Chris Wilton (interpretado por Jonathan Rhys Meyers). Es en Match Point donde Woody Allen nos muestra a una persona que hará todo lo que esté en su mano por obtener lo que quiere. Chris es una persona ambiciosa pero con pocos recursos económicos que desea escalar a lo más alto en la sociedad londinense. Emplea para ello su labia para hacerse amigo Tom Hewett (Matthew Goode), hijo de uno de los hombres más poderosos de Londres. Luego emplea la seducción con la hermana de Tom, Chloe Hewett (interpretada por Emily Mortimer, la adorable Mckenzie McCain en The Newsroom). El problema surge con la aparición de la sensual novia de Tom, Nola Rice (una seductora Scarlett Johansson). Chris se encapricha de ella y desea poseerla, cosa que consigue.
Todo parece ir de maravilla. Prometido con una joven de la clase alta y con una amante explosiva a la que puede dar puerta en cuanto se le antoje. Pero como dije antes, hay un problema con la aparición de Nola Rice que Chris no puede iamginar: Nola está embarazada y no quiere abortar. Es en ese momento cuando Chris tiene que tomar una decisión. O bien deja a su prometida y se va con Nola (acabando con sus ansias de un buen puesto en las altas esferas) o bien acaba con Nola cometiendo »el crimen perfecto». La ambición de Chris hace que tome la decisión de cometer el asesinato de Nolan, controlando todos los detalles para que no se le pueda culpar. Lo que no sabe Chris hasta el final de la cinta es que lo único que lo ha salvado de ser descubierto y acabar con sus sueños ha sido la suerte. ‘‘Bendito anillo que no cayó a las aguas del Támesis», parecía pensar el personaje interpretado por Rhys Meyers.
El Padrino. Parte II (Francis Ford Coppola, 1974)
Quién no recuerda el famoso beso de Michael Corleone (interpretado por el enorme Al Pacino) a su hermano Fredo (John Cazale) una vez supo que lo había traicionado. A pesar de haber asesinado en otras ocasiones, Michael se encuentra en una situación bastante delicada al tener que matar a su hermano mayor. Por cuestiones de códigos en la mafia sabe que lo tiene que hacer, la traición se paga con la muerte y entiende que hay que proteger a la familia aunque se tenga que eliminar a uno de sus miembros. La escena del beso es escalofriante, una de las mejores que se pueden recordar en la historia del cine. Michael muestra amargura y tristeza por tener que acabar con la vida de su hermano, pero debe permanecer fuerte a ojos de las demás familias y de la suya propia. Cuando todo parece alejado para Fredo, éste va con uno de los hombres de Michael al lago. Es en ese momento en el que sabe cuál será su destino. Michael observa desde su casa el lago, indirectamente ha asesinado a su hermano, a pesar de no haber apretado el gatillo.
Los asesinos siempre tienen un por qué, incluso los que presentan psicopatías. En el caso de estos últimos parece algo más lógico, ya que puede ser causado por algún tipo de enfermedad psicológica (¿algún experto en la sala?). Lo que de verdad impresiona es lo poco que le puede faltar a una persona corriente para acabar con la vida de otra. Ese atentar contra la vida humana se refleja en muchas más películas, algunas de las cuales iré dejándoos por aquí.