Año: 1981 | Dirección: David Cronenberg | Producción: Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) | Guión: David Cronenberg | Música: Howard Shore | Fotografía: Mark Iwin | Montaje: Alan Collins | Reparto: Jennifer O´Neill, Stephen Lack, Patrick McGoohan, Lawrence Dane, Michael Ironside, Robert Silverman, Adam Ludwig. | Género: Terror. Ciencia Ficción. Thriller| Duración: 102 minutos.
Ciclo Cronenberg (Vol. I): Vinieron de dentro de…(1975)
Ciclo Cronenberg (Vol. II): Rabia (1977)
Ciclo Cronenberg (Vol. III): Cromosoma 3 (1979)
«Es imposible que dos exploradores estén juntos porque se vuelven locos» esta frase, dicha por uno de los personajes del filme, es perfectamente aplicable al cine de Cronenberg: «Es imposible que dos películas de Cronenberg sean vistas seguidas porque te vuelves loco». Después de ver la escena final de Scanners, es normal sentirse mal, de hecho, es normal sentirse bastante mal; mareado, agotado, hundido…en definitiva, sin ganas de seguir adelante. Pero j****, ¡QUÉ MARAVILLA!. Scanners.
El «primer Cronenberg» ha destacado y pasado a la historia por la aparente simpleza, pero gran profundidad, que dotó a sus películas. La originalidad que desprende su autor en cada uno de los filmes comentados en este ciclo es simplemente admirable, pero el derroche de la misma vertido en esta cinta es digno de estudio. El pensamiento te matará rezan los títulos de algunos textos vistos en internet, y es que Cronenberg realiza una potente crítica a la persecución del pensamiento y las personas diferentes. Si en anteriores películas éramos testigos, por ejemplo, de una metáfora (elevada a un exponente superlativo) sobre el poder del odio en el seno de una familia, en la tratada en cuestión contemplamos la persecución de las minorías, por muy excelentes que sean, y su puesta al servicio del poder.
Scanners trata acerca de un colectivo, denominados Los exploradores, con un gran poder telepático capaz de controlar las mentes de los demás y provocarles terribles sufrimientos. Darryl Revok es el jefe de todos ellos y el más desarrollado, pero el doctor Paul Ruth quiere acabar con el mediante su nuevo descubrimiento: un explorador aún más poderoso.
El filme, como nos tiene acostumbrados Cronenberg, comienza con una secuencia inicial donde se nos plantearán muchas dudas, ¿Quién es el hombre que aparece?, ¿Cómo hace eso?, ¿Por qué le persiguen? Los primeros minutos de metraje sirven para incentivar esas dudas, que serán resueltas en los siguientes compases de la película. Cronenberg crea un puzzle sólido y previsiblemente fácil de resolver, en el que el peso de la trama recae íntegramente (de nuevo) sobre los propios personajes de la misma, marcando ellos mismo los compases y el devenir de los acontecimientos.
La violencia gore, como santo y seña de este cine, adopta cotas nunca antes vistas, otorgándonos escenas de un gran impacto visual y, en ocasiones, narrativo. El sexo queda aparcado, al menos de momento, y la «cutrez» estilo Serie B característica se estiliza -en determinadas ocasiones- y se perfila rumbo hacia la excelencia. Scanners es muy innovadora en este aspecto.
Cronenberg se aleja de la gamberrada de Vinieron de dentro de… o Rabia y adopta un tono mucho más serio y profundo, cercano al visto en Cromosoma 3. Todo tiene un porqué y la trama avanza a un ritmo pausado pero constante, llevando de la mano al espectador en los diferentes sucesos que visionamos y otorgándole una explicación a los acontecimientos. Sólido y eficaz.
Howard Shore, compositor de la música, realiza una sobresaliente labor en su campo, construyendo canciones opresivas y psicodélicas, que agobiarán al espectador y le mantendrán en tensión el tiempo que Cronenberg considere oportuno. El espectador -al menos un servidor- se transforma en una marioneta a manos de la narrativa y los recursos fílmicos que posee la película.
El puzzle comentado anteriormente, de aparente sencillez, se complica sobremanera. La conclusión de la trama alberga un secreto que supondrá la última pieza, pero una última pieza que será difícil de colocar para personajes y espectadores, dejándonos AGOTADOS en frente de la pantalla, como si de un esfuerzo titánico acabásemos de hacer. Sonido e imagen se combinan para otorgarnos una escena mítica de la historia del cine, donde estupefactos observaremos los sucesos que aparecen (les aconsejo no dejar de mirar). La despedida del primer Cronenberg por todo lo alto.
Scanners hará que te replantees seguir viendo esta clase de cine. Su opresiva ambientación, su inquietante música y sus viscerales escenas suponen los ingredientes perfectos para abandonar todo esto. Pero, a su vez, suponen los ingredientes perfectos para maravillar a quien esté dispuesto a disfrutarlos, a saborearlos. Filme imprescindible.